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340 Rafael M. Girón Pascual
testamento hay muchas referencias a su ocupación como mercader
negrero, trata que ya realizaban su padre y tíos 50 años antes, como
ya vimos. Muerto sin hijos, dejó el resto de su hacienda, unos 17.230
pesos, a sus hermanos. Parte de la herencia anterior fue a parar a su
hermano el doctor Álvaro Arias de Armenta, jesuita, rector en varios
colegios de la Compañía, Provincial de Andalucía y asistente en Roma
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y autor de varias obras impresas . Sabemos que fundó un mayorazgo
que a mediados del siglo XVII lo poseían los descendientes de su her-
mano Gonzalo, pero desconocemos su composición.
El cargador Juan de Armenta sobrevivió a sus hermanos y lo encon-
tramos en 1610 iniciando un pleito por su hidalguía junto con don
Alonso de Armenta, el hijo de Gonzalo. Dieciséis años más tarde obtu-
vieron la ansiada ejecutoria de hidalguía de la Real Chancillería de Gra-
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nada .¿Cómo unos descendientes de judeoconversos penitenciados
por el Santo Oficio probaron ser nobles?. Su estrategia consistió en
hacerse descendientes de los Armenta de Córdoba, nobles medievales,
con los que llegaron a algún tipo de acuerdo para que testificaran a su
favor afirmando que eran parientes, “les escribían cada día cartas” y
“participaban en fiestas” juntos. Algo nada excepcional y que podemos
encontrar a menudo en los trabajos de Enrique Soria Mesa .
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Juan de Armenta y su mujer, doña Magdalena Pinelo, tuvieron una
hija llamada doña Ana María de Armenta Pinelo. Esta señora casó
cuatro veces. Suponemos que la rica dote de su padre facilitó estos
matrimonios. La primera con el poeta don Pedro Venegas de Saave-
dra, autor de un libro llamado “Remedios de Amor” inspirado en el
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de Ovidio . Don Pedro en su testamento de 1609 declara que había
sido testaferro de su suegro: “Mi señor Juan de Armenta ha enviado
a las Indias muchas mercaderías y otras cosas en mi cabeza; declaro
que todo es de su merced y nada de ello es mío” . En segundo lugar,
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doña Ana María casó con don Luis de Ávila Monroy, caballero de San-
tiago y comendador de Enguera. En 1618, lo hizo de nuevo, por ter-
cera vez, con don Pedro Sarmiento, jerezano, caballero de Calatrava,
General y desde 1629, primer marqués de Casares. Y, finalmente, en
1636 con don Baltasar de Guzmán, caballero de Calatrava, hijo de
los marqueses de la Algaba. No tenemos noticias de que tuviera des-
cendencia en ninguno de sus matrimonios. La marquesa consorte de
55 D. Ortiz de Zúñiga, Annales ecclesiásticos y seculares de la Muy Noble y muye leal
ciudad de Sevilla, Imprenta Real, Madrid, 1677, p. 586.
56 Archg, 301-109-16 (17-XI-1626).
57 E. Soria Mesa, La nobleza en la España Moderna, Marcial Pons, Madrid, 2007.
58 Publicado por primera vez en 1627. Reeditado en el 2007 por F. Socas: Pedro Vene-
gas de Saavedra, Los remedios de amor, Universidad de Málaga, Málaga, 2007.
59 A. Domínguez Ortiz, Comercio y blasones cit, p. 197.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVI - Agosto 2019 n.46
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)