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440 Francisco Precioso-Izquierdo
hermana María Teresa, última Fajardo al frente de los Vélez . Así lo
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anticipaba el VI marqués en su testamento, otorgado en Madrid sema-
nas antes de su fallecimiento, al declarar que: «después de mis días
subcede en todas mis casas, estados y mayorazgos la Excma. Sra.
Doña Theresa Faxardo de Requesens y Zúñiga, Duquesa de Montalto,
mi señora y mi hermana, respecto de no dejar hijos ni descendientes
que me puedan subceder» .
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La línea de sucesión viraba entonces hacia el matrimonio formado
por la ya VII marquesa, María Teresa, y su marido, Fernando de
Aragón. Apartándose de lo acordado en los capítulos negociados en
1664, la existencia de una única descendiente de aquella pareja, Ca-
talina, iba a dar lugar precisamente a lo que en esa escritura se tra-
taba de impedir: la reunión en una sola persona de las casas de Mon-
talto-Paternó y Vélez. Por esta razón, como casa autónoma, Vélez no
logró sobrevivir más allá de la trayectoria de María Teresa Fajardo,
fallecida en 1715. Sí consiguió recuperar la línea de primogenitura en
la siguiente generación, la liderada por Catalina. Ahora, la nueva du-
quesa de Montalto, una Moncada, era también VIII marquesa de los
Vélez (ver documento 1). De esta forma, los derechos que como Fajardo
le correspondían al frente de la casa de su madre quedaban unidos en
su persona junto a los que ostentaba como titular de las casas de
Montalto y Paternó. Sin embargo, en cierta manera, el título mar-
quesal era relegado en la nueva unión frente a los títulos paternos,
utilizados preferentemente por la nueva duquesa.
Esta primera «salida» de los Vélez del universo Fajardo no iba a ser
la última. El proceso de integración en Villafranca, punto final del re-
corrido de la casa en el siglo XVIII, iba a completarse sólo unos años
después en la persona de Fadrique Vicente Álvarez de Toledo, hijo de
Catalina y José Fadrique. En este caso, tampoco se cumplieron las
previsiones acordadas en la capitulación de 1683 relativas a la división
de las casas. Esta vez, parece que la biología lograba imponerse de
nuevo a las estrategias tejidas en el momento del matrimonio. Fadri-
que Vicente será el único de los hijos que logrará sobrevivir a sus pro-
genitores, situación que le permitió reforzarse como principal y único
21 A finales del siglo XV la casa de los Vélez se había visto abocada a una situación
similar. El entronque con los Chacón, linaje de menor relevancia que Fajardo, había
permitido salvar el escollo y la pérdida del apellido por parte de la siguiente generación,
vid. R.A. Rodríguez Pérez, El camino hacia la corte. Los marqueses de los Vélez en el siglo
XVI cit., pp. 44-60.
22 Ahpm, Tomo 13703, f. 374r. En su testamento, el VI marqués reconocía haber
tenido fuera del matrimonio a dos hijas, Antonia y Teresa, religiosas profesas en sendos
conventos, a quienes mandaba una renta vitalicia anual de cuatrocientos ducados.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Agosto 2022
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)