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‘Escudos pintan escudos’: heráldica de judeoconversos y mercaderes en Córdoba... 375
estos Montoro no eran solo mercaderes, sino que también eran de san-
gre conversa conocida. En efecto, en 1628 el Ldo. Bartolomé Rodríguez
de Montoro, hermano menor del jurado Alonso Gómez de Montoro y
de Juan Bautista de Montoro que hemos comentado, intentó ser oficial
del Santo Oficio de Córdoba, pero la fama conversa del apellido com-
probada durante las pruebas puso en marcha los mecanismos inqui-
sitoriales y se impidió que se le admitiera como tal. Quizá estaba aún
demasiado viva la memoria de sus inmediatos antepasados y no era
aún el momento de pasar por alto determinadas informaciones. El
dinero lo podía todo, pero a su debido tiempo.
No mucho tiempo después, los hijos de Alonso Gómez de Montoro
y de Catalina de Castillejo, los hermanos Jerónimo de Montoro y Var-
gas y Andrés de Montoro y Castillejo, pretendieron ingresar como
familiares del Santo Oficio, y obviamente se encontraron con las mis-
mas complicaciones que su tío carnal. Cuando se iniciaron las prue-
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bas y testificaciones en 1641 de nuevo saltaron todas las alarmas ,
pero intentaron hacer valer sus influencias resistiendo todas las male-
dicencias. En las procelosas informaciones realizadas sobre ambos
aparecen recusaciones de testigos, documentos falsos, varias enemis-
tades y todo tipo de acusaciones que evidenciaron, una vez más, lo
converso de estos Montoro y del resto de sus ascendencias. Como
correspondía, las pruebas fueron reprobadas por este tribunal, pero
a los pocos meses los Montoro salieron triunfantes del entuerto: recu-
rridas, finalmente fueran admitidas en la instancia del Consejo de la
Suprema en Madrid en 1643 , resarciendo así la denegación de su
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tío Rodríguez de Montoro.
Estos problemas para demostrar su limpieza de sangre eran lógicos
no ya por su contexto más inmediato, sino que desde hacía décadas el
apellido Montoro aparecía en los registros del tribunal de la Inquisición
de Córdoba como uno de los más notoriamente conversos. Ya en 1496
existen diferentes mercaderes, sederos o roperos, avecindados en Cór-
doba con apellido Montoro que fueron habilitados por la Inquisición,
como los aljabibes (ropavejeros) Fernando de Montoro o Gonzalo de
Montoro, el ropero reconciliado Alonso de Montoro o el curtidor Gon-
zalo de Montoro. Un apellido que siguió dando problemas durante el
siglo XVI, como demuestra el relajado por judaizante Diego Fernández
de Montoro . Pero con los hijos del jurado Alonso Gómez de Montoro
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82 J. A. Martínez Bara, Catálogo de informaciones genealógicas cit, tomo I, p. 527.
83 Debo estas referencias, de nuevo, al profesor Soria Mesa. Ahn, Inquisición, Leg.
1.462, expte. 9.
84 Así consta en los registros extractados en el expediente de Diego Negrete y Arias.
Ahn, Inquisición, Leg. 1.426, expte. 5.
n.46 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVI - Agosto 2019
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)