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Sangre conversa al servicio de la aristocracia. La parentela de los del Puerto 389
El último hijo de los mencionados Diego del Puerto y Leonor Rodrí-
guez de Córdoba fue Rodrigo del Puerto. Éste nació en torno a 1460
en Villanueva del Arzobispo, enclave donde se trasladaron sus padres
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tras la condena inquisitorial . Dicho Rodrigo casaría sobre 1480 con
Mayor de Jerez, oriunda de la mencionada villa, con la que tendrá
sucesión . Sin embargo, y a pesar del trasiego geográfico familiar por
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escapar a los tentáculos de la Inquisición, Rodrigo del Puerto también
sería procesado por judaizante en el Auto de Fe celebrado en Cazorla
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de 1488 . Por ello, no es de extrañar que este matrimonio, junto a
otros miembros de la parentela, decidieran trasladar su vecindad a
nuevos núcleos poblacionales, con la finalidad de ocultar una ascen-
dencia tan eminentemente manchada.
Empero, y a pesar de abandonar su lugar de residencia, Rodrigo del
Puerto también fue incluido en las listas de conmutaciones y habilita-
ciones de Villanueva del Arzobispo de 1495, siendo requerido con 500
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maravedíes . Una pena relativamente baja, incluso se podía conside-
rar irrisoria, como la mayoría de las que encontramos, pero conviene
dejar claro que tras la condena el receptor inquisitorial supuestamente
les había embargado y secuestrado todos sus bienes, con lo cual aque-
lla cantidad se estimaba oportuna y adecuada .
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20 Castillo Fernández y Coronas Tejada mencionan que Rodrigo del Puerto procedía
de Villanueva del Arzobispo. Cfr.: J. Castillo Fernández, ”Negocios de familia”: el perfil
institucional y social de los mayordomos de propios del Reino de Granada (1492-1550)”,
«Chronica Nova», nº 31 (2005), p. 39 y L. Coronas Tejada, Judíos y judeoconversos cit.,
p. 406. Posturas que coinciden plenamente con nuestra hipótesis, ya que gran parte de
esta progenie trasladó su lugar de residencia a la mencionada villa tras la condena inqui-
sitorial.
21 J. Castillo Fernández, ”Negocios de familia” cit., p. 62 y M.S. Lázaro Damas, Con-
sideraciones en torno al pintor renacentista Diego de Cáceres y su obra documentada en
la abadía de Baza, «Péndulo. Papeles de Bastitania», nº 14 (2013), p. 77.
22 El proceso inquisitorial de Rodrigo del Puerto escapa a los apuntamientos soste-
nidos por Rodríguez de Castro, ya que arguye que «no fue reconciliado ni penitenciado».
Una conclusión errónea, como acabamos de ver, pues sabemos que Rodrigo del Puerto
está incluido en las listas de rehabilitados de 1495 de Villanueva del Arzobispo. Algo
lógico, por otra parte, y que no resta valor a su aportación, simplemente es fruto del
nimio cruzamiento de fuentes documentales. Cfr.: R. Rodríguez de Castro, Familias
judías en el señorío de Agüimes cit., p. 26. Para conocer el proceso contra Rodrigo del
Puerto remitimos a: L. Coronas Tejada, Judíos y judeoconversos cit., p. 406.
23 L. Coronas Tejada, Judíos y judeoconversos cit., p. 406 y M.M. García Guzmán,
Los conversos del señorío de Cazorla cit., p. 111.
24 Por norma general, sabemos que los bienes incautados por el Santo Oficio iban a
parar al fisco real. Sin embargo, en vida del cardenal Mendoza, los Reyes Católicos dieron
licencia al poderoso prelado para que éstos revirtieran a su persona y dispusiese de ellos
a su antojo. Interesa conocer a este respecto: Ibídem, p. 111. Por otro lado, conviene
apuntar que si los acusados saldaban las penas impuestas por los inquisidores, los
bienes de éstos habían de ser devueltos. Generando no pocos problemas, tal como
apunta P.A. Porras Arboledas, El juez de los bienes confiscados cit., pp. 147-170.
n.46 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVI - Agosto 2019
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)