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434                                           Francisco Precioso-Izquierdo


                   En este artículo vamos a tratar de conocer cuáles fueron esas
                circunstancias que explican o ayudan a explicar la coyuntura en la
                que se produjo el cambio al frente de la casa de los Vélez. Para ello,
                partimos  del  estudio  de  la  práctica  matrimonial  seguida  por  los
                Fajardo en la segunda mitad del siglo XVII, centrándonos en el exa-
                men  de  las  capitulaciones  matrimoniales  en  las  que  se  diseñó  la
                política de relación de la casa con el resto de casas a las que se
                podía  tener  derecho  en  un  futuro  no  tan  lejano.  Para  completar
                nuestro análisis es indispensable conocer cómo la otra parte impli-
                cada, es decir, los Álvarez de Toledo, recibieron materialmente el
                gran feudo de los Fajardo, razón por la que prestaremos atención a
                las tomas de posesión llevadas a cabo sobre sus nuevos dominios
                murciano-granadinos.  Finalmente,  dedicaremos  la  última  fase  de
                nuestro estudio a determinar hasta qué punto la memoria histórica
                de los Fajardo interesó y pudo ser instrumentalizada en los dispo-
                sitivos de representación del nuevo poder toledano de la casa de los
                Vélez.


                1. La práctica matrimonial de los últimos marqueses Fajardo.
                    Entre la proyección y la realidad

                   En el año 1753, a la muerte de Fadrique Vicente, IX marqués de
                Villafranca  y  de  los  Vélez,  se  publicó  en  una  de  las  villas  de  su
                señorío,  Vélez  Rubio,  una  laudatio  funebris  anónima  en  la  que  se
                hacía mención a la integración de la casa y marquesado en el ‘mar
                inmenso de grandezas’ de los Toledo: «Uniose este patronato a estos
                señores  por  la  Exma.  Señora  Doña  Catalina  de  Aragón,  que  Dios
                tiene,  Duquesa  de  Montalto  y  Marquesa  de  los  Vélez,  y  todos  los
                demás títulos y grandezas de estas dos tan Ylustres y elevadas ca-
                sas» . A mediados del siglo XVIII, la relación de fuerzas entre ambos
                    4
                protagonistas, Villafranca y Vélez, parecía haberse decantado ya cla-
                ramente a favor de los primeros, en especial, gracias al prestigio acu-
                mulado por el linaje de origen: Toledo. Sin embargo, sólo un siglo
                antes, es decir, en el momento en el que se iniciaba el proceso de
                cambio  al  frente  de  los  Vélez,  ambas  casas  compartían  niveles  de
                prestigio y estatus no tan desiguales.
                   Los Álvarez de Toledo que gobernaban el marquesado de Villafranca
                tenían un origen menos remoto que los Fajardo. Como casa autónoma
                se habían desgajado del linaje Toledo y adquirido cierto protagonismo
                político como virreyes en Italia a lo largo del Quinientos. Al mismo
                tiempo, gracias a la política matrimonial seguida desde principios del


                   4  Agfcms, 1307, s/f.



                Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Agosto 2022
                ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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