Page 178 - 1
P. 178
446 Francisco Precioso-Izquierdo
strador general del marquesado, Francisco Miño y Patucio. Miño repi-
tió los mismos actos que había llevado a cabo en 1715 su predecesor
con la única excepción de parar en el concejo de Molina para «confir-
mar la regalía que tienen en esta villa los Excmos. Señores Marqueses
de los Vélez (…) para elegir y nombrar Alcaldes ordinarios y regidores,
Alcaldes de huerta, Alguacil mayor y ordinario, procuradores de cau-
sas, escribano público y de ayuntamiento» . Una vez revisados los
39
títulos de los cargos vigentes, el administrador y apoderado, en señal
de posesión y confirmación de la regalía de su señor: «entregó a cada
uno […] una vara alta de justicia, y tomándolas en sus manos las be-
saron y levantaron al nombre de su Mag. y de su Exa.» . Más compli-
40
cada, en cambio, fue la posesión de la villa de Alhama, momento que
aprovechó parte del colegio político de la localidad para manifestar su
descontento con el alcalde mayor y negar la posesión a Miño Patucio.
Tras ser advertidos varias veces por el propio alcalde, los regidores y
demás ministros seguían negándose a hacer públicos sus títulos justi-
ficativos «por no haber lugar su cumplimiento por no ser competente
dicho alcalde mayor por ser real la jurisdicción que exercían» . Lo pe-
41
regrino de la excusa revelaba una notable fricción entre el alcalde
mayor, cargo de la máxima confianza del marqués, y una parte impor-
tante del concejo alhameño. A los pocos meses, una disposición del
consejo de Castilla zanjaba el asunto obligando a los justicias de
Alhama a retractarse so pena de una gravosa multa, amenaza que
surtió el efecto pretendido.
Mediante este tipo de actos, los representantes de los nuevos mar-
queses recibieron la posesión sobre los extensos dominios de los Vélez
en nombre de unos titulares que hasta bien entrado el XVIII no pusie-
ron un pie en su señorío . La amplia red de servidores que gestiona-
42
ban y administraban vicariamente su poder se constituyó en el autén-
tico nervio que hacía posible el funcionamiento efectivo en el estado.
A través de ellos, fue menos difícil movilizar desde la distancia a los
cargos, dependientes y parciales con los que sumar a la causa de los
marqueses. Como primera casa nobiliaria del reino de Murcia podían
confiar su representación en algunas de las autoridades más
39 Ídem.
40 Ídem.
41 Ídem.
42 Nos referimos al viaje por el estado que a finales de 1769 realizó Antonio Álvarez
de Toledo, X marqués de Villafranca y de los Vélez, con motivo de la inauguración de la
iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Vélez Rubio, vid. J. P. Díaz López y J.
D. Lentisco Puche, El señor en sus estados: diario de viaje de D. Antonio Álvarez de
Toledo, X marqués de los Vélez, a sus posesiones de los reinos de Granada y Marcia
(Octubre, 1769-Enero, 1770), Centro de Estudios Velezanos, Almería, 2006.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Agosto 2022
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)