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De Fajardo y Montalto a Toledo. El proceso de incorporación de la casa... 449
Libro de los Estados de Martorell y los Vélez, «habiéndose acabado la
Varonía de los Ss. Faxardo, en el Señor Dn. Fernando Faxardo se aca-
baron igualmente estos oficios o empleos en los señores posehedores
de la Casa de los Vélez» . De nuevo, para tratar de justificar lo estre-
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chamente unidos que habían estado estos empleos entre los antiguos
titulares se remontaba a la historia de los Fajardo, en especial, a los
miembros más remotamente reconocidos de la familia, es decir, aquel-
los que según «los Papeles que ay (sic) en el Archivo de la Casa de VE
y en el de la ciudad de Murcia» habían desempeñado inicialmente
estas alcaidías, entre los que señalaba a «Dn. Pedro Faxardo, Hijo de
Alonso Faxardo, a quien el Rey Dn. Enrique 4º hizo merced de la Te-
nencia y Alcaydía de la ciudad de Murcia» y a «Dn Pedro Faxardo, Hijo
de Dn. Juan Chacon, hicieron merced los Ss. Reyes Católicos de la
tenencia de los Alcazares de la ciudad de Lorca» . Sin embargo, como
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había pasado con el Adelantamiento, la regalía de los Vélez había aca-
bado con la línea masculina: «oy (sic) está puesto en práctica que en
vacando qualquiera de estos empleos (…) proponen los Ayuntamientos
de dichas Ciudades de Murcia y Lorca, tres de sus Rexidores para que
SM elija uno de ellos» .
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La reactivación de la memoria del linaje Fajardo también se dejó
notar en determinadas iniciativas impulsadas por los nuevos marque-
ses en el ámbito del patronazgo religioso. Algunas de estas empresas
tenían que ver con la actualización de viejas devociones fajarditas
como la profesada ante la cruz de Caravaca. Precisamente, con el fin
de renovar la tradición de los Fajardo, en 1711 el consorte de la mar-
quesa María Teresa, Fernando de Aragón, hizo entrega de una «caxa
de oro guarnecida de Diamantes» para que sirviera de cubierta a la
«Sta. Cruz de Caravaca que se venera en su Real Capilla en el Castillo
y Fortaleza de dicha villa» . Lo mismo ocurrirá años después, al poco
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de fallecer María Teresa, con la entrega de una de las reliquias más
importantes entre las custodiadas en la capilla de San Lucas de la
catedral murciana: la leche virginal de María . La reliquia en cuestión
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había llegado hasta María Teresa procedente de su madre, María En-
gracia de Toledo, quien en su testamento había dispuesto que fuese
llevada a la capilla velezana de la catedral. María Teresa se había ne-
gado a los reiterados intentos del cabildo por conseguir la reliquia,
protestando «el mucho sentimiento que tenía de desacerse (sic) de
50 Ídem.
51 Agfcms, Leg. 33, ff. 241-242.
52 Ibíd., f. 242.
53 Ibíd., f. 252.
54 Acerca de los diferentes relicarios de la casa de los Vélez, vid. Mª del M. Nicolás
Martínez, Sobre reliquias y relicarios pertenecientes a los Marqueses de los Vélez. Aporte
documental, «Revista velezana», nº 30 (2012), pp. 192-205.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Agosto 2022
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)