Page 183 - 1
P. 183
De Fajardo y Montalto a Toledo. El proceso de incorporación de la casa... 451
4. Cambio y continuidad en la casa de los Vélez. A modo de
conclusión
El cambio que conoció la casa de los Vélez a partir de los años fi-
nales del siglo XVII no fue menor: en apenas dos generaciones la rea-
lidad Fajardo se había visto superada por nuevos entornos nobiliarios
que terminaron refundándose en la casa de Villafranca. El proceso que
hemos descrito anteriormente, de Fajardo a Toledo (pasando por Mon-
talto), terminó con el viejo feudo velezano formando parte de un espa-
cio linajístico completamente ajeno a su tradición. Sin embargo, este
conocido desenlace no tuvo un carácter premeditado o inicialmente
previsto por sus protagonistas. En la mayoría de ocasiones, la fuerza
de las circunstancias (falta de descendencia, descendencia única-
mente femenina, existencia de un único hijo…) impuso un determi-
nado orden de cosas que desbarató las estrategias tejidas en el mo-
mento del matrimonio. Entre otras la tan recurrida política de separa-
ción de las casas, objeto de deseo pensado en razón de la identidad y
la historia particular de cada una de ellas, permanentemente incum-
plido a favor de un primogénito que lograba beneficiarse de la acumu-
lación y concentración de derechos y títulos. Pero reconocer que el
azar y lo imprevisto jugaron un papel determinado en el devenir de los
Vélez no significa que su comportamiento fuera fruto único y exclusivo
de lo que no se puede prever. Si las casas de Vélez, Montalto y Villa-
franca se integraron finalmente en un mismo espacio fue en gran parte
por su vinculación matrimonial previa y por la consiguiente genera-
ción de una serie de derechos de sucesión activados ante escenarios
no deseados.
En esa evolución, los Vélez se replegaron como una casa más
entre el «mar inmenso de grandezas» atesoradas por los Villafranca
en el siglo XVIII. Una más, sí, pero no una cualquiera. Los marque-
ses seguían siendo depositarios de un gran estado señorial que re-
quería de sus nuevos titulares el cumplimiento de sus seculares
funciones como si nada hubiera cambiado. En ese empeño se con-
dujeron los nuevos señores manteniendo (al menos inicialmente)
buena parte de los usos, prácticas y al personal más cercano y leal
empleado por los últimos Fajardo. En este sentido, consideramos
posible plantear cómo esa aparente continuidad en el ejercicio de
las funciones y los funcionarios señoriales permitió que el relevo al
frente de la casa y el marquesado no derivase en una auténtica
ruptura en el curso histórico de los Vélez.
Más que dos etapas irreconciliables, lo cierto es que la mutación de
Fajardo por Toledo no alteró sustancialmente los estatus velezanos de
ninguna de las partes implicadas en el proceso. De hecho, lo que pro-
pició fue una tendencial recuperación y puesta en valor de la herencia
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Agosto 2022
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)