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                    En suma, más allá del grupo o sector al que hayamos adscrito a
                los nuevos señores o barones, hay un elemento que subyace indistin-
                tamente en ambos territorios. Para todos estos individuos y familias,
                la  compra  de  una  jurisdicción  constituyó  sencillamente  un  escalón
                más en su carrera de ascenso social. Una escalada de la que formaban
                parte diferentes hitos que se antojan homólogos en España e Italia: el
                entronque matrimonial con la nobleza, la titulación de don, el ingreso
                como caballeros en las órdenes militares – de Calatrava o Santiago en
                Castilla; de Malta, de San Genaro o también de Santiago en Nápoles y
                Sicilia –, la propia adquisición del señorío o feudo y, finalmente, la
                consecución del título nobiliario al cabo de una o más generaciones.
                Todo ello son muestras elocuentes de que estamos ante unas élites
                que, pese a vivir en espacios alejados geográficamente, compartían un
                universo de valores muy similar, que se aprovecha por igual de las
                posibilidades  ofrecidas  por  la  Monarquía  para  penetrar  en  el  esta-
                mento privilegiado.


                4. Señoríos y feudos. Los nuevos estados jurisdiccionales

                    Otro elemento susceptible de análisis y comparación en el estu-
                dio de las ventas de jurisdicciones son los territorios y pueblos ena-
                jenados por la Monarquía. Los nuevos señoríos y feudos se constitu-
                yeron a partir de núcleos de población similares, básicamente, por-
                que la organización poblacional no se diferenciaba mucho entre la
                península ibérica y el sur de la península itálica, estructurada en un
                núcleo urbano principal rodeado de varios núcleos rurales de pobla-
                ción dispersa. En Castilla hablamos de una taxonomía urbana com-
                puesta  por  ciudades,  villas  y  lugares  o  aldeas,  configurada  en  las
                repoblaciones medievales del territorio durante la Reconquista  den-
                                                                             76
                tro  de  esta  jerarquía,  estos  últimos  (lugares  y  aldeas)  constituían
                pueblos pedáneos, sin estatus jurídico propio, que estaban bajo el
                término  jurisdiccional  de  las  dos  primeras.  En  el Mezzogiorno ita-
                liano, la organización poblacional básica es muy similar, compuesta
                por un centro principal rodeado de núcleos de población reducidos:
                la città, la terra o el castello, de los que dependían un conglomerado





                   76  F. J. Vela Santamaría, Ciudades, villas y lugares. Jerarquía en la Corona de
                Castilla del Siglo de Oro, en I Congreso Histórico Internacional. As ciudades na Hi-
                stória:  Populaçao.  Atas,  Vol.  III,  Câmara  Municipal  de  Guimarães,  Guimarães,
                2013, pp. 195-220; J. E. Gelabert González, Ciudades, villas y aldeas (1538- 1602),
                en J. I. Fortea Pérez y J. E. Gelabert González (coords.), Ciudades en conflicto (siglos
                XVI-XVIII), Marcial Pons Historia, Valencia, 2008, pp. 81-106.



                Mediterranea - ricerche storiche - Anno XXI - Aprile 2024
                ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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