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518 Josep Antoni Aguilar Ávila
se dirigía a Roma para recibir el título de rey de Sicilia de manos del
papa Clemente IV. Sin embargo, no participó en la campaña contra el
rey Manfredo Hohenstaufen, pues consta documentalmente que en
noviembre de ese mismo año había regresado ya a tierras lorenesas, si
bien es cierto que su primogénito, Renaud, quien le había acompañado
en la travesía de Marsella a Roma, permaneció al lado de los angevinos.
Hacia finales de mayo de 1268 acudió de nuevo a Italia a la llamada
del rey Carlos I, necesitado de apoyo militar en la defensa de su recién
adquirido reino contra las fuerzas de Conradino y sus aliados gibelinos;
el 23 de agosto de ese año tomó parte seguramente en la batalla de
Tagliacozzo, regresando una vez más poco después a su condado. En
julio de 1270 se produjo su tercer viaje a Italia: en esta ocasión, se
instaló en la corte del rey Carlos, quien le concedió el título de conde
de Ariano (un 6 de febrero de 1271) y lo nombró su vicario general en
la Toscana. Se sabe que murió entre mayo y el 10 de julio de 1278.
A la muerte de Enrique I, y puesto que su hijo mayor Renaud falleció
también muy poco después, en 1279, heredó el condado de Vaudémont
su segundogénito, Enrique II. Sabemos que, como tantos otros nobles
franceses, se desplazó a Nápoles en el verano de 1282, para ayudar a
Carlos I a sofocar la revuelta siciliana; regresó a Vaudémont tres años
después, en 1285, poco después de la muerte del monarca angevino.
En 1299 volvió a tierras italianas para ponerse al servicio de Carlos II
de Anjou. Luchó en el campo de Gagliano junto a otros dos Vaudémont,
sus hermanos menores: Jacques, señor de Bainville, y Guido, de quien
sabemos que se hallaba al servicio de Carlos II en la corte napolitana
desde 1293. Los tres murieron en la batalla, víctimas de los
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almogávares de Blasco y Guillem Galceran .
31 Para la historia de los condes de Vaudémont, remito a M. François, Histoire des
comtes et du comté de Vaudémont des origines à 1473, Humblot, Nancy, 1935, pp. 61-
116, quien, sin embargo, parece incurrir en un error al relatar la muerte de Enrique II,
Jacques y Guido, arrastrado posiblemente por el relato de la fuente que maneja en este
punto, el historiador alsaciano del siglo XVI Richard de Wassebourg, según el cual los
tres hermanos murieron en 1299, en una batalla naval contra los aragoneses: «se retira
[...] en Sicile, où finalement en une rencontre sus la mer contre les Arragonnois, fut tué
avec deux de ses freres, Jacques et Guy, le vingtième an de son regne l’an de grace mil
deux cens nonanteneuf» (R. de Wassebourg, Second volume des antiquitez de la Gaule
Belgicque, et de plusieurs principaultez contenues en icelle, Paris, 1549, f. CCCLXXXIIv).
La cuestión es que, como es bien sabido, entre 1299 y 1300 tuvieron lugar dos
enfrentamientos navales entre sicilianos y angevinos: las batallas de Capo Orlando, en
la costa siciliana (3-4 de julio de 1299), y de Ponza (14 de junio de 1300), saldadas
ambas con sendas victorias de los segundos, a la sazón apoyados por la armada de
Aragón y comandados por el almirante Roger de Lauria. Pues bien, a la luz de la
documentación exhumada por el propio François, parece evidente que ni Enrique ni sus
hermanos pudieron morir en el primero de estos combates, en el que de hecho
probablemente ni siquiera participaron, puesto que, por ejemplo, los registros de la
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017 n.41
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)