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Muntaner y la batalla de los Caballeros de la Muerte (Gagliano, febrero de 1300) 521
excesiva dureza, utilizando además medios poco honestos para
conseguir que las urbes toscanas satisficieran sus exigencias
tributarias, lo que dio lugar a una ola de protestas de los comunes y
motivó al cabo su cese en el puesto en marzo de 1274. En este punto
el rastro de sus hechos se pierde hasta 1277, cuando lo reencontramos
como capitán del cuerpo expedicionario que el rey Carlos envió a
Hungría en apoyo de Ladislao IV Árpád, aliado y yerno suyo, entonces
en apuros a causa de una rebelión encabezada por importantes nobles
de su reino. Esta expedición, sin embargo, no se dilató demasiado en
el tiempo, porque consta que en enero de 1278 Burson estaba de vuelta
en Nápoles.
Como vasallo y oficial de la monarquía angevina, en la década de
los 80 Burson tomó parte muy activa en los conflictos contra la Sicilia
rebelde y su valedor el rey de Aragón. Así, a finales de 1282 formó parte
de la embajada despachada por Carlos I a la corte de Pedro en Sicilia:
de hecho, fue uno de los seis representantes designados por el Anjou
para negociar con la parte aragonesa las condiciones del duelo de
Burdeos, y su nombre aparece además – junto al del ya citado
Godofredo de Milly – en la relación de los cuarenta caballeros
angevinos encargados de velar por el cumplimiento de los acuerdos
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establecidos . A medida que el conflicto contra catalano-aragoneses y
sicilianos fue recrudeciéndose, el grado de sus responsabilidades creció
también: el 26 de noviembre de 1283 fue creado vicealmirante de todo
el reino, y el 20 de diciembre de ese mismo año se le nombró castellano
de Brindisi. Además, en tanto que vicealmirante, recibió por parte del
príncipe Carlos de Salerno el encargo de organizar una flota destinada
a ser empleada en la reconquista de Sicilia, tarea a la que se dedicó
entre el invierno y la primavera de 1284, al propio tiempo que asumía
la vigilancia y defensa de las costas de Amalfi y, en general, de toda la
franja litoral comprendida entre Castellammare y Cilento.
El día 5 de junio de 1284, en el golfo de Nápoles, Burson tuvo la
oportunidad de comprobar de primera mano cómo se desenvolvían las
galeras cuyo armamento había supervisado contra la temible escuadra
catalana de Roger de Lauria. El resultado fue, como se sabe,
catastrófico para los angevinos. El vicealmirante luchó en aquella
36 De rebus regni Siciliae cit., Appendice, doc. V, p. 679; doc. VI, p. 680; doc. VII, p.
682; VIII, pp. 690 y 695. También el cronista siciliano Bartolomeo da Neocastro afirma
que Burson fue uno de los representantes de Carlos en estas negociaciones: «Deinde
misit ipse Carolus rex Jacobum de Brussono et septem alios Francigenas de majoribus
curiae suae ad Petrum regem, ut eis praesentibus idem rex confirmet praedicta; quibus
omnibus per eum manu verboque firmatis, ipsis redeuntibus, omnia haec Carolus rex
simili modo firmavit» (B. da Neocastro, Historia Sicula cit., cap. LIV, p. 44).
n.41 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)