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284 Francisco J. Moreno Díaz del Campo
testimonio, pero después que se hiço el dicho asiento (…) sabe que no
tienen la dicha obligación de tenerlo sino de solo estar en las listas y
padrones» .
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Parece claro, pues, que la negociación política a la que la nación se
entregó desde su llegada a Castilla, logró minimizar, al menos en
parte, los efectos de la política de corte restrictivo iniciada en 1581.
2. Una acción de largo alcance geográfico
Cada vez son más los censos de moriscos granadinos de los que se
tiene noticia que se realizaron en la Castilla posterior al conflicto
alpujarreño. En puridad, dichos recuentos deberían haber dejado
rastro documental en todas las localidades que acogieron a los
deportados de Granada y su frecuencia debería ser, al menos, anual,
pero lo cierto es que no son tantos los ejemplos que se conocen. A
pesar de ello, y en lo que respecta Castilla la Nueva, Extremadura y
Andalucía, la cartografía de las matrículas moriscas muestra un
escenario cada vez más completo y diversificado, pues afecta tanto a
ciudades y villas de tamaño grande e intermedio como a pequeñas
localidades. La cronología de tales registros da cuenta de que su
elaboración fue constante y estuvo íntimamente relacionada con los
tiempos analizados más arriba. Debido a ello, se localizan puntos de
inflexión, momentos específicos en los que la elaboración de padrones
parece concentrarse. Sin duda, se trata de un fenómeno que no es
casual y que debe relacionarse tanto con las sacas de moriscos de
Granada como con las pulsiones normativas y políticas a las que se
ha hecho referencia.
Entre esos momentos de especial interés cabe situar los años 1570-
1573, momento en el que tiene lugar la primera de las cuatro grandes
etapas censales que se desarrollaron en el último tercio del siglo XVI .
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Ahí cabría incluir, por ejemplo, los padrones elaborados en 1573 en
Toledo y Pastrana, de los cuales se hablará más adelante. De las
mismas fechas procede el redactado en la ciudad de Córdoba,
completado con otro de similares características seis años después .
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Por su parte, en su estudio acerca de la comunidad morisca de Sevilla,
24 Ahn, Om, At, leg. 38223, s.f. 23.05.1609. Se refiere aquí el morisco al «donativo»
de 1603, pues el de 1597 ascendió a 200000 ducados y no a 240000.
25 B. Vincent, Morisques et mobilité. L’exemple de Pastrana cit., p. 17.
26 B. Vincent, ¿Cuál era el aspecto físico de los moriscos?, in B. Vincent, Andalucía
en la Edad Moderna: economía y sociedad, Diputación Provincial de Granada, Granada,
1985, pp. 303-313 y J. Aranda Doncel, Los moriscos en tierras de Córdoba,
Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, Córdoba, 1984, pp.
78-79.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Agosto 2020
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)