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                testimonio, pero después que se hiço el dicho asiento (…) sabe que no
                tienen la dicha obligación de tenerlo sino de solo estar en las listas y
                padrones» .
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                   Parece claro, pues, que la negociación política a la que la nación se
                entregó  desde  su  llegada  a  Castilla,  logró  minimizar,  al  menos  en
                parte, los efectos de la política de corte restrictivo iniciada en 1581.


                2. Una acción de largo alcance geográfico

                   Cada vez son más los censos de moriscos granadinos de los que se
                tiene  noticia  que  se  realizaron  en  la  Castilla  posterior  al  conflicto
                alpujarreño.  En  puridad,  dichos  recuentos  deberían  haber  dejado
                rastro  documental  en  todas  las  localidades  que  acogieron  a  los
                deportados de Granada y su frecuencia debería ser, al menos, anual,
                pero lo cierto es que no son tantos los ejemplos que se conocen. A
                pesar de ello, y en lo que respecta Castilla la Nueva, Extremadura y
                Andalucía,  la  cartografía  de  las  matrículas  moriscas  muestra  un
                escenario cada vez más completo y diversificado, pues afecta tanto a
                ciudades  y  villas  de  tamaño  grande  e  intermedio  como  a  pequeñas
                localidades.  La  cronología  de  tales  registros  da  cuenta  de  que  su
                elaboración fue constante y estuvo íntimamente relacionada con los
                tiempos analizados más arriba. Debido a ello, se localizan puntos de
                inflexión, momentos específicos en los que la elaboración de padrones
                parece concentrarse. Sin duda, se trata de un fenómeno que no es
                casual y que debe  relacionarse  tanto  con  las  sacas  de  moriscos  de
                Granada como con las pulsiones normativas y políticas a las que se
                ha hecho referencia.
                   Entre esos momentos de especial interés cabe situar los años 1570-
                1573, momento en el que tiene lugar la primera de las cuatro grandes
                etapas censales que se desarrollaron en el último tercio del siglo XVI .
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                Ahí cabría incluir, por ejemplo, los padrones elaborados en 1573 en
                Toledo  y  Pastrana,  de  los  cuales  se  hablará  más  adelante.  De  las
                mismas  fechas  procede  el  redactado  en  la  ciudad  de  Córdoba,
                completado con otro de similares características seis años después .
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                Por su parte, en su estudio acerca de la comunidad morisca de Sevilla,


                   24  Ahn, Om, At, leg. 38223, s.f. 23.05.1609. Se refiere aquí el morisco al «donativo»
                de 1603, pues el de 1597 ascendió a 200000 ducados y no a 240000.
                   25  B. Vincent, Morisques et mobilité. L’exemple de Pastrana cit., p. 17.
                   26  B. Vincent, ¿Cuál era el aspecto físico de los moriscos?, in B. Vincent, Andalucía
                en la Edad Moderna: economía y sociedad, Diputación Provincial de Granada, Granada,
                1985,  pp.  303-313  y  J.  Aranda  Doncel,  Los  moriscos  en  tierras  de  Córdoba,
                Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, Córdoba, 1984, pp.
                78-79.



                Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Agosto 2020
                ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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