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530 Recensioni e Schede
perfil de la soberana. Caracterizada traspasados a sus hijos, en un pro-
generalmente como una mujer ambi- yecto de alcance europeo.
ciosa, empeñada en encontrar bue- Ser una princesa italiana fue lo
nos destinos para sus hijos, Mirella que llevó a Elisabetta al trono de Es-
Mafrici descubría a una mujer inte- paña, pues para Felipe V, decidido a
ligente que dirigía con suma habili- no asumir la pérdida de los estados
dad la partida diplomática en el ta- italianos sufrida en la guerra y ratifi-
blero de la Europa Mediterránea. cada en el tratado de Utrecht, era
Continuación de esa misma inves- fundamental encontrar un medio
tigación es un artículo, situando a para replantear inmediatamente el
Isabel de Farnesio en el contexto de regreso español a Italia y nada mejor
las soberanas del Setecientos: “Elisa- que el matrimonio con una princesa
betta Farnese nella politica europea de la familia Farnesio, con derechos
del XVIII secolo, en G. Motta, Regine sobre el Ducado de Parma y el Du-
e sovrane. Il potere, la politica, la vita cado de Toscana. No eran los territo-
privata, FrancoAngeli, Milano, 2002, rios perdidos por España en la guerra
pp. 113-128. de Sucesión, pero eran dos bazas
Siempre en esa línea de interés muy potentes para negociar cara al
por el escenario del Mediterráneo en futuro. El casamiento de Felipe e Isa-
el siglo XVIII, por las relaciones diplo- bel en 1714 fue un hito fundamental
máticas, por la historia de género y de la política mediterránea desarro-
concretamente por la figura de Isabel llada por la Monarquía Española.
de Farnesio, Mirella Mafrici participó Felipe V no podía renunciar a Ita-
en el magnífico congreso internacio- lia, se lo impedía el deber principal de
nal, celebrado en Parma del 2 al 4 de un rey que era conservar la monar-
octubre de 2008: “Elisabetta Farnese: quía que había heredado y transmi-
principessa di Parma e regina di Spa- tirla íntegra a su sucesor, no se lo
gna”, organizado por la profesora Gi- permitía tampoco su honor como
gliola Fragnito. príncipe Borbón que había luchado
La contribución de Mafrici se ti- en la guerra por defender su heren-
tuló “La politica spagnola in Italia: cia, incluso era una cuestión perso-
Elisabetta Farnese e le guerre di suc- nal por la enorme impresión que le
cessione”. Las Actas del Congreso se habían causado sus estados italianos
publicaron tiempo después (Roma, en la visita inicial de su reinado. Isa-
Viella, 2011). bel lo comprendió perfectamente y
Y ahora, como colofón a toda esa colaboraría siempre con el rey, su-
trayectoria, Mirella Mafrici nos ofrece mando sus propios objetivos a los de
un nuevo trabajo que culmina el re- Felipe V y a los de la Monarquía Es-
descubrimiento del personaje, Isabel pañola. Volver a Italia no era solo una
de Farnesio, y de su obra como reina obsesión de los reyes, era una gran fi-
poderosa, dibujando el panorama del nalidad española, pues eran tan anti-
mundo mediterráneo y muy concre- guos y tan importantes los lazos que
tamente las relaciones entre Italia, su unían las dos penínsulas, económi-
país de origen, y España, su país de cos, sociales, políticos, culturales, re-
destino. Isabel, princesa de Parma y ligiosos, familiares, que simplemente
reina de la Monarquía Española, no se toleraba la ruptura.
nunca renunció a sus raíces italianas Después de su matrimonio, ser
y defendió siempre como un bien má- reina de España fue lo que permitió y
ximo su herencia parmesana y tos- empujó a Isabel Farnesio a mover los
cana, logrando incluir sus derechos, hilos de la política mediterránea y de
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Agosto 2020
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)