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                perfil de la soberana. Caracterizada   traspasados a sus hijos, en un pro-
                generalmente como una mujer ambi-   yecto de alcance europeo.
                ciosa, empeñada en encontrar bue-      Ser  una  princesa  italiana  fue  lo
                nos destinos para sus hijos, Mirella   que llevó a Elisabetta al trono de Es-
                Mafrici descubría a una mujer inte-  paña, pues para Felipe V, decidido a
                ligente que dirigía con suma habili-  no asumir la pérdida de los estados
                dad la partida diplomática en el ta-  italianos sufrida en la guerra y ratifi-
                blero de la Europa Mediterránea.    cada  en  el  tratado  de  Utrecht,  era
                   Continuación de esa misma inves-  fundamental  encontrar  un  medio
                tigación  es  un  artículo,  situando  a   para  replantear  inmediatamente  el
                Isabel de Farnesio en el contexto de   regreso español a Italia y nada mejor
                las soberanas del Setecientos: “Elisa-  que el matrimonio con una princesa
                betta  Farnese  nella  politica  europea   de la familia Farnesio, con derechos
                del XVIII secolo, en G. Motta, Regine   sobre el Ducado de Parma y el Du-
                e sovrane. Il potere, la politica, la vita   cado de Toscana. No eran los territo-
                privata, FrancoAngeli, Milano, 2002,   rios perdidos por España en la guerra
                pp. 113-128.                        de  Sucesión,  pero  eran  dos  bazas
                   Siempre  en  esa  línea  de  interés   muy  potentes  para  negociar  cara  al
                por el escenario del Mediterráneo en   futuro. El casamiento de Felipe e Isa-
                el siglo XVIII, por las relaciones diplo-  bel en 1714 fue un hito fundamental
                máticas, por la historia de género y   de  la  política  mediterránea  desarro-
                concretamente por la figura de Isabel   llada por la Monarquía Española.
                de Farnesio, Mirella Mafrici participó   Felipe V no podía renunciar a Ita-
                en el magnífico congreso internacio-  lia, se lo impedía el deber principal de
                nal, celebrado en Parma del 2 al 4 de   un rey que era conservar la monar-
                octubre de 2008: “Elisabetta Farnese:   quía que había heredado y transmi-
                principessa di Parma e regina di Spa-  tirla  íntegra  a  su  sucesor,  no  se  lo
                gna”, organizado por la profesora Gi-  permitía  tampoco  su  honor  como
                gliola Fragnito.                    príncipe  Borbón  que  había  luchado
                   La  contribución  de  Mafrici  se  ti-  en la guerra por defender su heren-
                tuló  “La  politica  spagnola  in  Italia:   cia, incluso era una cuestión perso-
                Elisabetta Farnese e le guerre di suc-  nal  por  la  enorme  impresión  que  le
                cessione”. Las Actas del Congreso se   habían causado sus estados italianos
                publicaron  tiempo  después  (Roma,   en la visita inicial de su reinado. Isa-
                Viella, 2011).                      bel  lo  comprendió  perfectamente  y
                   Y ahora, como colofón a toda esa   colaboraría  siempre  con  el  rey,  su-
                trayectoria, Mirella Mafrici nos ofrece   mando sus propios objetivos a los de
                un nuevo trabajo que culmina el re-  Felipe V y a los de la Monarquía Es-
                descubrimiento del personaje, Isabel   pañola. Volver a Italia no era solo una
                de Farnesio, y de su obra como reina   obsesión de los reyes, era una gran fi-
                poderosa, dibujando el panorama del   nalidad española, pues eran tan anti-
                mundo mediterráneo y muy concre-    guos y tan importantes los lazos que
                tamente las relaciones entre Italia, su   unían  las  dos  penínsulas,  económi-
                país de origen, y España, su país de   cos, sociales, políticos, culturales, re-
                destino. Isabel, princesa de Parma y   ligiosos, familiares, que simplemente
                reina  de  la  Monarquía  Española,   no se toleraba la ruptura.
                nunca renunció a sus raíces italianas   Después  de  su  matrimonio,  ser
                y defendió siempre como un bien má-  reina de España fue lo que permitió y
                ximo  su  herencia  parmesana  y  tos-  empujó a Isabel Farnesio a mover los
                cana, logrando incluir sus derechos,   hilos de la política mediterránea y de



                Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Agosto 2020
                ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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