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668 M. Elisa Varela-Rodríguez
6. La pez o pega, que garantiza la impermeabilidad
Entre los asentamientos de las operaciones que estaba llevando a
cabo Bernat Tarascó en los puertos mediterráneos, constaban otros
productos para, probablemente, mantener en buen estado esta u otra
embarcación: «Caragam d’en Johan Cayalaró, masinés, / .LII panes de
pega» 48 y otras mercancías, por las que pagaba 1 onza de flete.
En uno de los viajes de vuelta de tierras sicilianas y sardas Bernat
Tarascó asentó en su registro contable la compra de diversas cantidades
de pez para la embarcación: «Ítem, ersporta de pega de Tortosa» por el
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que pagará 3 dineros y «Ítem, pa de pega» que le costará 3 mallas» .
La lezda de Cotlliure nos permitirá conocer que Bernat Tarascó
portaba a bordo: Ítem, ersporta de pega de Tortosa... por la que pagó
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3 dineros .
También, en el primer libro de cuentas de Jaume Tarascó (1334-
1338) como ya he señalado, hijo del mercader y escribano Bernat de
Tarascó y de su mujer, Francesca que encabeza con la denominación
de: «Libre de nòlits ... és aquest libre de totes comandes», encontramos
asentados diversos materiales y piezas para la propia embarcación o
para venderlas a otra, aprovechando si se terciaba, las dificultades en
las que pudiera hallarse una nave para obtener un mejor precio de las
piezas o materiales que ésta necesitase.
En el tercer registro, Jaume Tarascó (1340-1348) anotó, «Ítem,
vanem XI quintars VIII rotolls de pega a lla/ cort, a raó de XIII terins
lo quintar, monta...» 4 onzas 24 tarines.
7. El timón, que traza el rumbo y permite maniobrar
Otros gastos que anotaban los mercaderes, con frecuencia, eran los
gastos de los timoneles, como: «Ítem, devets per les avarahies dels
timoners...» 20 d. en un viaje en el que la nave regresaba a Barcelona
cargada de trigo (u otros gastos como cuando dará cuenta en Cotlliure
48 Es la pez o pega que se obtenía por la destilación del alquitrán vegetal obtenido
del pino negro. Servía para embetunar bien las piezas de cualquier embarcación cuando
estaba en construcción o después durante sus singladuras para mantenerla bien
impermeabilizada, protegiéndola de la humedad, del sol, del frío y, en general, de todas
las inclemencias meteorológicas y de las duras condiciones propias del mar a las que se
veían sometidos los materiales, que estaban en continuo contacto con el agua salada.
Libro I, fol. 82v, col. a. Véase M. Gual Camarena, El primer manual hispánico de
mercadería: (siglo XIV), Csic., Barcelona, 1981.
49 Libro I, fol. 102r, col. a.
50 Libro I, fol. 102r, col. a.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017 n.41
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)