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           11. A modo de conclusión

              La  primera  idea,  a  modo  de  conclusión,  es  la  relativa  sorpresa
           provocada por la gran variedad de materiales registrados en los libros
           de  contabilidad  mercantil  que  tienen  que  ver  con  la  construcción,
           botadura, reparaciones, mantenimientos y constante cuidado de las
           naves  dedicadas  al  comercio.  Aunque  era  natural  y  fácilmente
           compresible porque era uno de los elementos más importantes del que
           disponían para mantener sus negocios y su propia vida y la de sus
           familiares embarcados. El mantener las naves en el mejor estado de
           navegabilidad no solo facilitará los negocios, sino que garantizará la
           vuelta al lado de la familia.
              Al examinar con detenimiento los muchos materiales asentados en
           los libros de cuentas de los mercaderes mencionados se debe tener
           muy presente que siempre surgen dudas razonables sobre si algunos
           de estos materiales registrados -y, sirva a modo de ejemplo la compra
           de «Iª libra de candelas» (de velas), o la compra de cantidades, a veces
           no muy importantes, de hilo- se utilizaban a bordo o formaban parte,
           junto  con  otros  materiales,  de  alguna  de  las  pequeñas  comandas
           contratadas entre algunos de los muchos mercaderes que comparecen
           en los libros examinados y algún familiar, vecino o conocido o de las
           muchísimas mujeres del barrio de la Ribera que contrataban pequeñas
           comandas con estos mercaderes, en muchas ocasiones por la relación
           de confianza que tenían con Francesca, la mujer de Bernat de Tarascó,
           y que serían mercancías que utilizarían para funciones y finalidades
           muy diversas, entre ellas  en el caso del hilo, de las cuerdas finas, de
           las redes finas  para embalar y estibar algunas mercancías.
              Sorprende que dada la cantidad significativa de los diversos tipos
           de maderas asentadas en los registros contables de los mercaderes
           Tarascó,  Benet,  Mitjavilla,  no  aparezcan  registradas  cantidades
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           importantes de estoperoles («esstoparolls») .
              En  una  cuenta  registrada  al  mercader  Guillem  Serra,  Jaume
           Tarascó le compró: «Prasem d’en Guillem Sera, dimecres/ a XXVIII de



              83  Libro III, fol. 21v, col. b. Recibían la denominación de estoperoles (esstoparolls) o
           los  clavos  cortos  de  cabeza  gruesa  que  servían  para  clavar  las  planchas  de  las
           embarcaciones, o las latas o piezas de madera delgadas que reforzaban su la estructura
           o la mecha hecha de filástica  hilos gruesos y retorcidos con los que se formaban los
           cabos, las jarcias y todas las cuerdas usadas por los marinos. Si se trataba de los clavos
           se registraban por centenares, millares, etc., si se trataba de la filástica se contaba por
           balas. En los asentamientos de este folio del libro de Jaume Tarascó y en algunos
           posteriores se trataba de clavos. Un poco más adelante, en otra partida, el mercader
           daba cuenta de una pérdida importante, viajaba –1347– en un laúd: llaüt, que en una
           de las travesías se quemó, parece que accidentalmente. Libro III, fol. 33v, col. a.



           Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017    n.41
           ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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