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Muntaner y la batalla de los Caballeros de la Muerte (Gagliano, febrero de 1300) 525
reconocer, sin duda, a Gautier de Noyers, miembro de una muy
distinguida dinastía borgoñona: señor de Pouilly, Cérisey, Vézinnes y
Chassignelles, era hijo de Miles V, señor de Noyers, y de María de
Châtillon, y hermano menor de Miles VI, quien llegó a ostentar la
dignidad de mariscal de Francia y combatió al servicio de los reyes de
la dinastía Valois en la Guerra de los Cien Años. Sabemos que fue otro
de los supervivientes de Gagliano, y que tampoco debió de caer preso
en la aciaga jornada, porque antes del 20 de julio de 1300 había
contraído nupcias con Agnese Orsini, que precisamente se acababa de
quedar viuda de un compañero de armas de Gautier al que ya nos
hemos referido anteriormente: Godofredo de Milly. De Noyers murió en
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Nápoles hacia el año 1304 .
En cualquier caso, la consideración en conjunto de buena parte de
las semblanzas aquí tan sólo bosquejadas permite apreciar la
existencia de un patrón predominante entre los angevinos
combatientes en la batalla de Gagliano: descendientes de orgullosas
familias de cultura franca instaladas en el Regnum desde los inicios de
la monarquía de Carlos de Anjou, habían participado, en tanto que
feudatarios de la corona y afectos a la causa de sus reyes, en las
campañas contra la Corona de Aragón y los rebeldes de Sicilia, en el
transcurso de las cuales habían sufrido en sus carnes, amén del
deshonor de las reiteradas derrotas, las penurias de la cautividad y
hasta incluso la pérdida de parientes caídos en combate. Habida
cuenta de ello, no resulta extraño que estos guerreros vieran en la
posibilidad de un nuevo enfrentamiento con las tropas catalano-
aragonesas y sicilianas una oportunidad de vengarse y resarcirse de
las afrentas sufridas en el pasado por ellos mismos y sus antepasados.
En este aspecto, pues, el relato de Muntaner no parece tan alejado de
la realidad histórica.
La batalla: el engaño del (otro) Muntaner
Sabemos que Muntaner no luchó en Gagliano; de hecho, en la fecha
en que la batalla tuvo lugar – en algún momento a lo largo de febrero
de 1300 – ni siquiera había pisado aún suelo siciliano. En efecto, es
seguro que a principios de ese año se hallaba en la ciudad de Valencia,
porque ha llegado hasta nosotros un documento del primer día de
marzo de ese año en el que el rey Jaime II ordenaba a Bernat de Llibià,
su batlle general en el reino valenciano, que entregase dos de las
42 Sobre la dinastía de los Noyers, vid. E. Petit, Les sires de Noyers, G. Perriquet,
Auxerre, 1874.
n.41 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)