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La Disertación jurídica y política de Rafael de Vilosa           633


                       Tras su regreso a Barcelona, se vio inmerso entre el fuego cruzado,
                    siendo tachado de poca fidelidad hacia Felipe IV. Llegó incluso a estar
                    encarcelado, por lo que decidió abandonar la ciudad. El propio Vilosa
                    narró esta experiencia mientras hacía constantes guiños a las obras
                    de Séneca y Tácito, referencias doctas que buscaban expresar un sen-
                    timiento  estoico  para  enfatizar  así  la  fidelidad  y  lealtad  del  jurista
                    hacia el monarca.
                       Tras dejar Barcelona, sirvió en Milán en varios puestos de justicia
                    hasta que pudo regresar a Cataluña como abogado fiscal de la Audien-
                    cia en 1652. Una década después, tras el fallecimiento del conde de
                    Robres, logró el cargo de regente de Cataluña dentro del Consejo de
                    Aragón, gracias al apoyo de los marqueses de Aytona y Mortara. Sin
                    perder este último cargo, durante la regencia de Mariana de Austria
                    fue nombrado gran canciller de Milán, miembro del Consejo Colateral
                    de Nápoles y del de Cruzada en Madrid, ciudad en la que falleció en
                    1681.
                       Vilosa comenzó su Disertación explicando los motivos que le lleva-
                    ron a escribirla, que derivaron de una conversación sobre lo sucedido
                    tras el asesinato del virrey Camarasa. En la introducción, el jurista
                    aclaró que su pretensión no era la de incriminar o juzgar sino la de
                    exponer los fundamentos legales sobre los cuales se consideraba el
                    asesinato de un virrey como delito de lesa majestad. La obra que aquí
                    analizamos está dividida en dos partes . La primera expone los argu-
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                    mentos en los que se basa para afirmar que el asesinato de un virrey
                    supone un delito de lesa majestad. La segunda – que en la actualidad
                    se halla perdida y solo sabemos de su existencia por las propias refe-
                    rencias que de ella se apuntan en la primera parte – expondría los
                    argumentos en contra que se escribieron en el reino de Cerdeña y las
                    refutaciones realizadas por Vilosa.
                       Aunque el jurista catalán no menciona la autoría de los argumentos
                    que defendían que el asesinato del virrey no era constitutivo de delito
                    de lesa majestad, la investigación de archivo arroja luz sobre este dato.
                    Así, fue otro jurista sardo, el doctor Carlos Dehonetto, juez de la Au-
                    diencia de aquel reino, quien escribió el texto rebatido por Vilosa. El
                    sardo, estrechamente vinculado a la facción Castelví, participó activa-
                    mente en las reuniones clandestinas que llevaron a cabo para dirimir
                    la posición de la facción en las sesiones del Parlamento presidido por
                    el marqués de Camarasa. Uno de los motivos que se esgrimieron para


                       26  R. De Vilosa, Disertación jurídica y política sobre si el que mata al Lugarteniente
                    General de su Majestad de alguno de los reinos de la Corona de Aragón cometa crimen
                    de Lesa Majestad in primo capite, 1670.


                                               Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Dicembre 2020
                                                           ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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