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352 Antonio Jiménez Estrella

Genoveses, en el paraje del Cabo de Gata (Almería). Dos de ellas fon-
dearon en la playa y una se mantuvo alerta, mientras que el cabo de
escuadra Bartolomé Vázquez y los catorce hombres de su escuadra,
pertenecientes a la compañía del capitán don Íñigo de Guevara, perma-
necían alerta para emboscar a los tripulantes. A la mañana siguiente,
en medio de un fuerte viento de levante que impedía la salida de las
naves corsarias de la ensenada, se produjo un intercambio de fuego de
arcabucería entre los soldados almerienses y los tripulantes de una de
las embarcaciones, que llevaba más de un centenar de hombres y quedó
atrapada en la ensenada y desprotegida ante los disparos de los solda-
dos cristianos. El enfrentamiento, del que resultaron muertos y heridos
varios asaltantes, terminó con la huida de las otras dos naves, el hun-
dimiento del navío a consecuencia del temporal y la rendición de los
numerosos tripulantes que sobrevivieron al encuentro. El saldo de la
presa fue la requisa de algunas armas –alfanjes y escopetas–, la libera-
ción de 20 cristianos cautivos y el apresamiento de 68 turco-berberiscos
y 4 renegados, que en total hacían 72 capturas, como sostenían los sol-
dados de la costa, hechas “en buena guerra”.
La captura representaba una cantidad más que considerable y de
dimensiones económicas notables, si se toma en cuenta que un año
antes, a tenor de una relación dada por el contador de presas, solo se
habían vendido cuatro esclavos capturados en diferentes partidos de
la costa . Tanto los cristianos liberados como los 72 prisioneros eran
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trasladados a la ciudad de Almería y puestos a disposición del capitán
de compañía Diego Marín. El oficial se encargaría de recabar informa-
ción entre buena parte de los implicados en la escaramuza, con objeto
de dilucidar los pormenores del suceso y remitir la información al
conde de Castronuevo, capitán general de la costa . Dos semanas
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después, el capitán Marín enviaba los 72 prisioneros a Vélez Málaga
para que prestasen las preceptivas confesiones ante el capitán general
y se llevase a cabo todo el proceso de registro, almoneda pública de
los capturados y el depósito del quinto real.

civiles como los pobladores del litoral denominaban indistintamente a estos corsarios y
piratas como “turcos” y “moros” –estos últimos identificaban al amplio espectro de
pobladores de los reinos de la Berbería o norte de África–, sin que sepamos realmente
qué porcentaje representaban unos y otros entre los tripulantes de las naves avistadas.
No obstante, en varias partes del proceso consultado sí se especifica que, al menos, la
embarcación capturada contaba con oficiales turcos al mando y una tripulación “mixta”
de unos y otros, a tenor de las testificaciones de los protagonistas.
89 Relación de abril de 1633 de Juan Bautista Morán, contador de presas y cabalga-
das, Ags, Ga, leg. 1.089, sf.
90 Copia del proceso y testificaciones con motivo del ataque de las naves turco-ber-
beriscas a la playa de los Genoveses, realizadas el 24-02-1633, Ags, Ga, leg. 1.089, sf.

Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Agosto 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)