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504 Josep Antoni Aguilar Ávila
lucha hasta la muerte del Batallón Sagrado de Tebas contra las
falanges macedonias en Queronea (Plutarco, Vida de Pelópidas, XVIII),
otras seguramente más familiares para un hombre del Medievo, como
la de los trescientos hombres empleados por Gedeón para enfrentarse
a los medianitas (Jue 7,1-25). Sin embargo, al plantearnos una posible
fuente de influencia que explique la reiteración del número en la
Crònica, parece oportuno señalar que trescientos es precisamente una
de las cifras utilizadas con mayor frecuencia en la épica medieval para
cuantificar las dimensiones de la mesnada del héroe de turno, y que
al lado de la cifra los cantares de gesta suelen incluir un apunte
elogioso sobre los guerreros que forman parte de la compañía en
cuestión, de los que se destacan aspectos como la valentía, la
experiencia, la buena fama o la calidad de las armas que portan y de
las armaduras con que se guarnecen. Trescientos es, pues, la cifra de
la élite, de lo selecto. Así se describe, por ejemplo, la mesnada de
Lohier, hijo de Carlomagno, en Les quatre fils Aymon:
Or chevauchent li mes, cui Jhesus puist salver,
par desus lor chevaus, qui molt sunt à loer.
Chascuns vestu l’auberc et lacié l’iaume cler.
.ccc. chevaliers sunt, qui molt sunt a loer.
(vv. 410-413) 11
Y en La prise de Cordres et de Sebille, el héroe Aymer, hijo de Aymeri
de Narbonne, desafía con estas palabras a los guerreros del rey pagano
Butor a enfrentarse a los trescientos caballeros de Francia que le
acompañan:
Apres de moi vienent tel ccc chevalier,
de çaus de France, des biens aparailliés,
ses poés prandre, bien avrés esploitié:
dedens vos terres en serois miolz prisié.
(vv. 207-210) 12
11 Les quatre fils Aymon, ed. F. Castets, Coulet et Fils éditeurs, Montpellier, 1909, p. 286.
12 La prise de Cordres et de Sebille, ed. O. Densusianu, Société des Anciens Textes
Français, Paris, 1896, p. 8. He aquí más ejemplos de ocurrencias de la cifra en otros
textos épicos: «Ez vos Aleaume, le seignor de Ponti, / bien fu armez, sor un grant destrier
sist; / o lui .iii. cenz de chevaliers hardis» (Garin le Loherenc, ed. A. Iker-Gittleman, París,
1995-1997, vol. I, p. 82, vv. 613-615); «D’autre part vint li Borgoins Auberis, / a bien .iii.
cenz chevaliers de haut pris» (Ivi, vol. III, p. 614, vv. 18066-18067); «Bien sunt en sa
compengne tex .iii. c chevalier / qui aideront Guion se il en a mestier» (Gui de Nanteuil,
ed. J. McCormack, Droz, París, 1970, p. 188, vv. 603-604); «Le vallet de Nantueil ne s’est
pas oubliés, / o .iii.c chevaliers est u cheval montéz» (Ivi, p. 338, vv. 2680-2681); «Todos
fieren en el haz do esta Pero Vermuez; / trezientas lanzas son, todos tienen pendones; /
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017 n.41
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)