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Muntaner y la batalla de los Caballeros de la Muerte (Gagliano, febrero de 1300) 505
Así pues, en las dimensiones que Muntaner atribuye a la hueste de
los barones de Francia parece adivinarse una naturaleza tópica. Sin
embargo, conviene ser prudente en este punto, puesto que, aparte del
cronista de Peralada, otra fuente sobre la batalla de Gagliano, la
Cronica Sicilie, compuesta entre 1337 y 1348 (entre cuatro y cinco
decadas después del acaecimiento de los hechos en cuestión), explica
que, luego de que la hueste del duque Roberto de Anjou hubiese
tomado Catania, un pequeño contingente formado por trescientos de
sus mejores guerreros se encaminó al castillo de Gagliano con el
propósito de capturarlo, y que a su llegada al lugar fue interceptado y
derrotado por las fuerzas de Blasco de Alagón y Guillem Galceran de
Cartellà. Esta coincidencia numérica podría llevar a sugerir que o bien,
después de todo, Muntaner – en cuyas páginas la frontera entre
realidad y ficción es casi siempre porosa y compleja – no estaba tan
alejado de la verdad sobre este particular, o bien la fuente siciliana se
dejó llevar también aquí por el tópico, arrastrada quizá por el relato –
entreverado ya de historia y leyenda a causa del paso del tiempo – de
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alguna fuente oral más o menos cercana a los hechos :
Et eodem domino Robberto existente in dicta civitate Cathanie, recesserunt
et iverunt abinde trecenti equites de melioribus tocius dicti exercitus ad castrum
Gaglani, ad apprehendendum ipsum castrum [...] ubi extiterunt in totum
debellati, interempti et capti per predictum dominum Blascum de Alagona,
dominum Guillelmum comitem Catanzari et alios fideles dicti domini regis
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Friderici, tempore Carniprivii anni XIIIe indicionis, anno Domini MºCCCº .
seños moros mataron, todos de seños colpes; / a la tornada que fazen otros tantos son»
(Poema de Mio Cid, ed. C. Smith, Cátedra, Madrid, 1998, p. 170, vv. 722-725).
Igualmente, el número es un lugar común en el romancero: basta recordar, por ejemplo,
el romance Gaiferos libera a Melisenda: «A la juma salió el moro, a la juma el mediodía,
/ con trescientos caballeros que los lleva en compañía. / No los lleva por miedo, ni por
temor que tenía, / sino que digan la gente: “¡Oh, qué gran caballería!”» (vv. 16-19; V.
Millet, Épica germanica y tradiciones epicas hispanicas: Waltharius y Gaiferos, Gredos,
Madrid, 1998, p. 320). Sobre el valor simbólico de los números usados en la épica y las
crónicas medievales, vid. J. Flori, L’usage «épique» des nombres, des chroniques aux
chansons de geste; éléments de typologie, «Pris-Ma», 8 (1992), pp. 47-58; J. Flori, Des
chroniques aux chansons de geste: l’usage des nombres comme élément de typologie,
«Romania», 117 (1999), pp. 396-422.
13 A este respecto, se ha observado que, a pesar del uso de numerosas fuentes
documentales en su composición, en la Cronica Sicilie «Spesso comunque si riconosce
l’utilizzazione di fonti orali: nella maggior parte delle descrizioni di battaglie e di assedi,
per esempio, le notizie precise sui luoghi e i riferimenti anche alle ore del giorno in cui
avvengono le azioni ricordate, mostrano che l’Anonimo, con ogni probabilità, ha tratto le
sue informazioni dal racconto dettagliato di qualcuno che aveva partecipato o assistito agli
eventi» (P. Colletta, Storia, cultura e propaganda nel regno di Sicilia nella prima metà del xiv
secolo: la Cronica Sicilie, Istituto Storico Italiano per il Medio Evo, Roma, 2011, p. 237).
14 Cronica Sicilie, cap. LXVIII, ed. P. Colletta, Euno, Leonforte, 2013, pp. 152-153.
n.41 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)