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502 Josep Antoni Aguilar Ávila
es capaz en otras ocasiones de identificar con bastante más precisión
a personajes antagonistas que tuvieron una participación más bien
puntual en hechos acaecidos muchos años antes de la redacción de la
Crònica (1325-1328), lo cual sugiere que, o bien el anciano cronista no
tenía, después de todo, una memoria tan débil y caótica como la que
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Michele Amari le supuso , o bien había accedido a la información
mediante la consulta de una fuente (otra crónica, por ejemplo) que
hasta el momento nos es desconocida. Por ejemplo, el ampurdanés
sabe que uno de los almirantes marselleses que combatieron en la
batalla naval de Malta (1283) contra la escuadra de Roger de Lauria se
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llamaba Guilhem Cornut ; que el caballero que lideró una incursión
contra tierras de Aragón durante la guerra entre Pedro el Grande y
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Felipe el Atrevido (1284-1285) fue Eustache de Beaumarchais ; que al
frente de la fuerza angevina que en 1287 llevó a cabo un a la postre
desastroso golpe de mano contra Augusta (Sicilia) se encontraba
Rinaldo d’Avella (al que sin embargo cree erróneamente francés en
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lugar de napolitano, como lo era) ; o que – como hemos podido
comprobar un poco más arriba – los traidores que entregaron Catania
a Roberto de Anjou fueron los ciudadanos Virgilio Scordia y Napoleone
Caputo. Ahora, sin embargo, Muntaner se refiere de un modo bastante
inespecífico a los «barons de Ffrança» llegados a Catania, lo cual, unido
a otros indicios que serán expuestos a continuación, permite sugerir
la posibilidad de que al narrar los antecedentes de la batalla de
Gagliano, el cronista haya sometido la materia histórica a una cierta
reelaboración literaria.
Llama la atención, en primer lugar, la coincidencia en lo ternario al
señalar cuántos eran los líderes de aquella compañía y de cuántos
efectivos disponían: tres barones, trescientos caballeros. Cabe señalar,
a este respecto, que esta útima cifra – trescientos – es utilizada bastante
recurrentemente por Muntaner para contabilizar contingentes de élite
puestos sobre el campo (o sobre las cubiertas de las naves) por el
4 He aquí el juicio del benemérito erudito italiano a propósito de los errores y
confusiones de tipo histórico detectables en la Crònica: «nei fatti di questa Cronaca, che
spesso sembran tolti di peso dalle narrazioni volgari dei guerrieri e marinai, e spesso
confusi nella memoria dell’autore, che incominciò a scrivere nel sessantesim’anno
dell’età sua, è da andare con assai riguardo di critica» (M. Amari, La guerra del Vespro
Siciliano, ed. Francesco Giunta, Flaccovio, Palermo,1969, vol. II,1, p. 207).
5 En concreto, se refiere a este personaje en los siguientes términos: «En Guillem
Cornut, qui era dels honrats hòmens de Marçella et dels antichs» (R. Muntaner, Crònica
cit., cap. 81, II, p. 449).
6 Es decir, «N’Eustatxe, qui era governador de Navarra per lo rey de Ffrança» (Ivi, cap.
111, II, p. 599).
7 Muntaner habla, en efecto, de «I rich-hom de Ffrança, per nom misser Arnau
d’Evella, qui era baron ab gran poder» (Ivi, cap. 106, II, p. 579).
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017 n.41
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)