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528 Josep Antoni Aguilar Ávila
entre el orden temporal histórico y el del universo muntaneriano como
la consecuencia de tres factores: a) la consabida noción ex auditu, non
ex visu que Muntaner tenía de los sucesos; b) la ya considerable
distancia temporal existente entre la época en que tales sucesos
acontecieron y aquella en que Muntaner los rememoró (recordemos
que comenzó la escritura de su libro en 1325); y c) el hecho de que
entre los choques de Falconara y Gagliano mediaran tan sólo poco más
de dos meses, lo cual también debió de facilitar la confusión. Sin
embargo, más allá de la pura constatación de la existencia de un
anacronismo en este punto del relato de la Crònica, conviene subrayar
que el fenómeno tiene un feliz efecto desde el punto de vista de la
organización del material narrativo. En efecto, si observamos el modo
en que Muntaner refiere las guerras sostenidas por Federico de Aragón
tras su subida al trono, advertimos que su atención se centra de modo
preferente en unos pocos episodios bélicos, ubicados en el tiempo entre
los años 1299 y 1302, que refiere por este orden:
1. Defección de Catania y otros lugares sicilianos al bando angevino
(cap. 190)
2. Batalla de Gagliano (cap. 191)
3. Batalla de Falconara (cap. 192)
4. Asedio y bloqueo naval de Mesina por Roberto, duque de Calabria.
Intervención de Roger de Flor y retirada de los angevinos (cap.
193-196)
5. Victoria final de Federico; paz de Caltabellota (cap. 197-198)
Lo narrado en cada una de las secciones arriba establecidas se
articula en una estructura en la que se observa una manifiesta
progresión climática: como la Providencia – de acuerdo con una idea
expresada en varias ocasiones en el libro – dispone que los asuntos de
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los reyes de la casa de Aragón prosperen siempre «de bé en meylor» ,
la defensa de Sicilia por Federico y sus hombres no puede traducirse
sino en un serie de victorias de dimensión cada vez mayor ante un
enemigo que, a pesar de contar siempre con más hombres y recursos,
fracasa sistemática y estrepitosamente en todos sus intentos. Así,
vemos en primer lugar que los avances territoriales conseguidos por
los Anjou gracias a las intrigas de Scordia, Caputo y otros traidores
son contrarrestados rápidamente por los cotidianos asaltos de una
reducida pero aguerrida caballería del rey de Sicilia sobre los caballeros
del duque de Calabria. En este punto entran en escena los Caballeros
de la Muerte, derrotados por Guillem Galceran, Blasco y los
47 R. Muntaner, Crònica cit., cap. 1, II, p. 17.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017 n.41
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)