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Recorridos por las huellas de las esclavizadas en el Río de la Plata (1713-1813) 603

cimarronas se reprodujeron los roles de género, no siendo despreciable
la cantidad de mujeres raptadas para satisfacer las necesidades de los
cimarrones, fueran estas sexuales o alimenticias . Otros estudios, po-
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nen en evidencia una significativa casuística en la que ni el embarazo,
ni la maternidad, ni el cambio de amo, parecen haber sido factores di-
suasivos a la hora de huir, haciéndolo incluso solas .
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Los sondeos que ofrecen los trabajos sobre huidas en el espacio
rioplatense indican una subrepresentación numérica de las mujeres .
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Las dificultades intrínsecas a las fuentes que informan estos sondeos
limitan su aporte cuantitativo. Las cifras obtenidas no admiten gene-
ralización para todo el espacio, ni siquiera un ejercicio comparativo,
puesto que se realizaron para diferentes períodos con bases documen-
tales dispares en cada encuesta. Aun así, la información cualitativa y
las transcripciones de parte de los documentos proporcionados por
estas investigaciones contienen un valioso potencial analítico para el
estudio de las movilidades de las esclavizadas.
Desde la perspectiva de género y de las movilidades, se ha señalado
también que la esclavitud convertía a las mujeres en acompañantes
de viaje en la travesía atlántica, «pues no se entendía la venida a las
colonias sin servicio de negra que acompañase, primero en el mar,
más tarde en la casa y en la vida» . Una obstinada pesquisa en un
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corpus de intercambios epistolares para poder identificar las mencio-
nes a las esclavizadas corrobora esta afirmación. Y es que este tipo de
esfuerzos investigativos es la regla, cada vez que se quiere conocer la
vida de las esclavizadas, más aún sus movilidades. Lo ha mencionado
de algún modo Alex Borucki quien, atento a la inflexión de género que
irrumpía en su estudio de las identidades negras, reflexionó sobre esta
dimensión. Advirtió que su principal fuente –informaciones matrimo-
niales– «no brindan información de relaciones similares entre mujeres,
dado que los funcionarios de la iglesia solicitaban testimonios única-
mente al novio y sus testigos» . La advertencia se extiende entonces
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28 A. Gautier, Les soeurs, cit., p. 233; G. Debin, Cimarronaje en el Caribe francés,
cit., p. 102. M. Arrelucea Barrantes, Isabel, Manuela, Juana... cit., p. 91.
29 Entre otras investigaciones, C. Albert Batista, Mujer y esclavitud en Santo Do-
mingo, CEDEE, Santo Domingo, 1993; M. Rufer, Historias negadas. Esclavitud, violencia
y relaciones de poder en Córdoba a fines del siglo XVIII, Ferreyra Editor, Córdoba, 2005,
pp. 122-124; M. Arrelucea Barrantes, Maribel Isabel..., cit., pp. 59-83-91; M. Moriconi,
Voz y quebranto. Teodora Álvarez, esclavizada y fugitiva, en la cultura jurisdiccional en
el Río de la Plata (1758), «Historia y Justicia» [En línea], 11 | 2018, https://doi.org/
10.4000/rhj.4117
30 E. Saguier, La crisis, cit., K. Dinunzio y C. García, Las caras cit.; Esclavos cimar-
rones cit.
31 R. Márquez Macías y M. L. Candau Chacón, Las otras mujeres cit., p. 81.
32 A. Borucki, De compañeros, p. 83.

Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Dicembre 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)