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                a la fuente y al tema de las movilidades: «aunque las mujeres de as-
                cendencia africana eran bastante activas en la economía urbana y –
                comparadas con los hombres– más exitosas en la compra de su liber-
                tad, […] las acciones y movimientos» de los varones –señala Borucki–
                fueron mejor documentados.
                   Apreciando  estas  contribuciones,  se  enfrenta  aquí  el  desafío  de
                abordar la movilidad de las mujeres esclavizadas.


                2. Movilidades voluntarias y reactivas

                a. Andanzas y cimarronajes consentidos sin ecos emancipatorios

                   Las escrituras de compraventa de esclavas registran huellas tenues
                de recorridos muy distintos en cuanto a la repetición y extensión del
                trayecto.  El  conjunto  permite  trazar  un  arco  que  comprende  desde
                huidas circunstanciales, transitorias, reincidentes y fugas cuya falta
                de otros registros complementarios sobre el retorno, suelen ser inter-
                pretadas como permanentes. Algunos ejemplos ilustrarán el calibre de
                las informaciones recogidas.
                   En  1785  la  mulata  Jacoba  Paz,  de  42  años,  hija  natural  de  un
                miembro de la familia Paz de Figueroa se fugó de Santiago del Estero
                en dirección a Buenos Aires, recorriendo una distancia aproximada de
                700 km . Un contraejemplo del itinerario de Jacoba lo ofrece la negra
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                Antonina, de 21 años, vendida en 1786 «con el defecto de ser callejera,
                esto es que se sale de casa a pasear o se demora quando la imbían a
                la calle» . En cuanto a la reincidencia, hay escrituras tales como las
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                de la negra Isabel en 1790, la negra Juliana en 1795 o la negra Teresa
                en 1812 que fueron vendidas en Buenos Aires , con la advertencia de
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                haber huido, respectivamente, en tres ocasiones distintas.
                   Si confrontamos estos registros con diferentes ordenamientos nor-
                mativos es claro que se trata de movilidades no permitidas. El control
                de los desplazamientos en el ámbito más próximo, en el vecindario,


                   33  Agn, IX, Protocolos Notariales, Registro Nº 5. Poder librado por Gerónimo Aréchaga
                a favor de Domingo Ferrando, vecino de Santiago del Estero para cobrar una esclava
                que hubo y compró a Teodora Paz, vecina de Santiago del Estero, 1785, f. 460 v. Cfr.
                Saguier 1995.
                   34  Agn, IX, Protocolos Notariales, Registro Nº 6. Venta de Juan de Moreira a Petrona
                Gibaja en $400. 1786, f. 250. Citado en Saguier, La crisis cit.
                   35  La negra Isabel en 1790 fue vendida por Joaquín Torres a Agustín Mosquera (Agn,
                IX, Protocolos Notariales, Registro Nº 3, f.461v.). La negra Juliana fue vendida por Luis
                Ramírez a Manuel Maturel (Agn, IX, Protocolos Notariales, Registro Nº 2, 1790, f.363).
                La negra Teresa fue vendida por Martín José Torres a Manuela Sostayta (Agn, IX, Pro-
                tocolos Notariales, Registro Nº 3, 1812, f. 369).



                Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Dicembre 2021
                ISSN 1824-3010 (stampa)  ISSN 1828-230X (online)
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