Page 43 - 2
P. 43
Muntaner y la batalla de los Caballeros de la Muerte (Gagliano, febrero de 1300) 511
de este novelliere pueden transcurrir en lugares realmente existentes
e involucrar a nobles personajes que, aunque ficticios, ostentan títulos
bien característicos del contexto político del siglo XIV, pero la manera
en que estos personajes interactúan entre ellos y con el mundo en el
que habitan crea en el lector la impresión de hallarse ante un universo
de fábula, muy alejado de la realidad histórica que al autor del libro le
tocó vivir.
Este hecho se aprecia muy claramente en la novella IX, 2, relatada
por Saturnina y ambientada en el reino de Aragón. En efecto, en el
planteamiento de la misma encontramos a un innominado soberano
aragonés que tiene una hija llamada Lena, doncella «giovane, bella,
vaga, costumata e savia, quanto la natura l’avesse potuta far più».
La fama de la joven ha trascendido con mucho las fronteras del
reino: muchos nobles pretendientes llegados de todo el orbe han
intentado – en vano hasta la fecha – pedir su mano al rey. En la
distante Alemania, Arrighetto, primogénito del sacro emperador
romano, también ha oído muchos elogios acerca de su belleza, tan
extremados que han suscitado en su corazón un ardiente deseo de
verla (el suyo es otro caso, pues, de enamoramiento a distancia,
como el del propio Auretto). Con tal propósito, el príncipe alemán se
desplaza secretamente hasta la corte aragonesa, donde, mediante
una ingeniosa estratagema, consigue acceder a la alcoba de su
amada. Al verlo y conocer el motivo de su venida, Lena se enamora
también de él y decide fugarse de la corte en su compañía, a bordo
de una nave alemana que transporta a la joven pareja hasta tierras
del Sacro Imperio.
Mientras, en Aragón el rey advierte la ausencia de Lena y,
alarmado, ordena a sus oficiales indagar las causas de su
desaparición. Cuando le informan de lo sucedido, monta en cólera y
apresta un gran ejército con el objetivo de invadir el Imperio,
recuperar a su hija y vengar la afrenta recibida. En su ayuda no sólo
acuden sus vasallos, sino también poderosos aliados: los reyes de
Francia, Inglaterra, Navarra, Mallorca, Escocia, Castilla y Portugal.
Con todas estas fuerzas, el rey se dirige a Alemania, donde a su vez
el emperador se prepara para la guerra con el apoyo de los reyes de
Hungría y Bohemia y muchos otros barones señalados. El rey de
Aragón y el príncipe Arrighetto conciertan un día para enfrentarse en
batalla campal y, entretanto, disponen cuál será el orden de combate
de sus respectivas tropas. En concreto, el monarca aragonés elige
doce ayudantes de campo y divide el ejército en siete haces, a la
vanguardia de las cuales se hallan, vestidos de negro y calzando
espuelas doradas, los tres mil Caballeros de la Muerte que conduce
su primogénito, el príncipe Princivale:
n.41 Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIV - Dicembre 2017
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)