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104 Gennaro Schiano
los territorios de nueva conquista y de los peninsulares, cambió mu-
cho a partir de los últimos años del siglo XVI. Nuevos peligros bélicos
– sobre todo correrías de piratas – empujaron a Felipe II, en 1589, a
instituir por vez primera una figura que «fuese la cúpula de los varios
ramos de la administración, unificando todo poder, a la par que ex-
tendiese éste a todo el archipiélago» . La Capitanía General de Cana-
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rias representa, de hecho, «la primera centralización político militar en
el archipiélago» , una institución con mandos ante todo militares, o
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relativos al orden público, y que, además, tiene el objetivo de evitar
controversias entre las diferentes administraciones locales. Sin em-
bargo, la problemática experiencia del primer capitán general, De la
Cueva y Benavides, las contiendas judiciales entre poder central, Real
Audiencia y otras instituciones canarias y la atávica «vocación repu-
blicana» del archipiélago, determinan el retorno al antiguo régimen
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político y militar ya en 1594. La inestable situación política de los pri-
meros años del reinado de Felipe IV – nuevo rey, ataques piratas,
reanudación de la guerra contra Inglaterra y Francia, invasiones de
moros – convence al soberano de la necesidad de nombrar nuevamente
un capitán general: en 1629 Juan de Rivera Zambrana es designado
gobernador y presidente de la Audiencia y capitán general de las islas;
como señala precisamente Dolores Álamo Martell, «analizando su tí-
tulo militar, expedido el 15 de marzo de 1629 (Madrid), hemos de in-
dicar que asume con carácter interino el mando militar superior del
archipiélago. En la misma fecha se despacha la instrucción castrense
donde se especifica las competencias en el ámbito militar» .
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Ahora bien, el primer nombramiento efectuado por Felipe II ya
confirma que la Corona impone esta nueva institución principal-
mente como mando y coordinación militar, un encargo político de
notable importancia, asignado a personas de máxima confianza y
de gran experiencia militar. Lo demuestran, de hecho, el perfil y
la carrera de Pedro Carrillo de Guzmán , capitán general de
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20 R. Roldán Verdejo, Canarias en la Corona de Castilla cit., p. 277-278; A este res-
pecto véase: D. Álamo Martell, El comandante general de Canarias en el siglo XVIII: su
actuación en el ámbito del orden público, en L. Martínez Peñas, M. Fernández Rodríguez
(eds.), Amenazas y orden público: efectos y respuestas, de los Reyes Católicos al Afga-
nistán contemporáneo, Asociación Veritas para el Estudio de la Historia, el Derecho y
las instituciones, Madrid, 2013.
21 D. Álamo Martell, El comandante general de Canarias cit., p. 29.
22 J. de Viera y Clavijo, Historia de Canarias, ed. M. de Páz Sánchez, Ediciones Idea,
Santa Cruz de Tenerife, 2016, vol. III, p. 185.
23 D. Álamo Martell, El comandante general de Canarias cit., p. 32.
24 Las diferentes relaciones de méritos de Carrillo de Guzmán guardadas en el Agi
muestran la larga y notable carrera de nuestro capitán general, que después será go-
bernador en Chile y en Panamá, y confirman la proximidad entre instituciones canarias
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Aprile 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)