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Catástrofes, agentes locales y noticias globales 105
Canarias entre los años 1644-1651 y mencionado, erróneamente,
en la rúbrica del testimonio manuscrito MSl como autor de nues-
tra carta de relación.
El establecimiento de la Capitanía General no suprime las funcio-
nes de los antiguos gobernadores de las islas que, en cambio, siguen
desarrollando tareas similares a las de los corregidores peninsulares;
de hecho, a partir de 1631, serán nombrados corregidores y no gober-
nadores (sobre este pequeño cambio de denominación volveremos des-
pués). Sintetizando delgadas fronteras entre competencias y autorida-
des, investigadas en muchos estudios sobre la institución del corregi-
miento y sobre las relaciones entre poder central y gobiernos locales ,
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podemos suponer que si, como hemos visto, la nueva institución del
archipiélago asume esencialmente responsabilidades militares, los co-
rregidores mantienen la mayoría de las competencias relativas a la
gestión del territorio (sobre todo fiscalía y hacienda).
La particular estructura administrativa canaria hace patente que
la incongruencia señalada entre los diferentes paratextos de los tes-
timonios no nos invita solo a preguntarnos quién es el autor del
texto, sino también a hacer hipótesis sobre quién ‘puede’ ser el au-
tor de un texto así, quién puede escribir al rey para recibir alivios,
en otras palabras, quién actúa en un estado de emergencia como lo
es una erupción volcánica.
En 1644, el mismo año del nombramiento de Pedro Carrillo de Guz-
mán, el capitán de guerra Alonso de Inclán y Valdés es nombrado corre-
gidor de las islas de Tenerife y La Palma, encargo que sigue desempe-
ñando aún durante 1646. El corregidor canario se distingue ya en el
año sucesivo a su nombramiento, en ocasión de un aluvión que afecta
la zona de Garachico en la isla de Tenerife, según leemos en las pági-
nas de la Historia de Canarias de Viera y Clavijo:
Podemos llamar nuestro Deucalión a este nuevo corregidor de Tenerife,
pues los principios de su mando se señalaron con el gran diluvio de Garachico.
Sobrevino aquella memorable desgracia el día 11 de diciembre [1645], y so-
brevino como el de Tesalia, no lloviendo en el pueblo sino en las montañas,
donde se había formado una terrible balsa de agua, que rompió de repente,
echándose sobre el lugar que yace al pie. Perecieron más de cien almas. Que-
daron arrasadas 80 casas en el barrio de los Reyes. Cegose el puerto con la
y americanas. Véase MERITOS: Pedro Carrillo de Guzmán y Mendoza, Agi, Indiferente,
133, n.122.
25 Véanse B. González Alonso, El corregidor castellano (1348-1808), Instituto de Es-
tudios Administrativos, Madrid, 1970; L. Santayana y Bustillo, Gobierno político de los
pueblos de España y el corregidor, alcalde y juez en ellos, Instituto de Estudios de Ad-
ministración Local, Madrid, 1979; M.C. Sevilla González, El establecimiento del oficio del
corregidor en las islas Canarias cit.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Aprile 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)