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616 Miriam Moriconi
Cuando Josefa contrajo matrimonio continuó la tradición de asistir a
las romerías de la virgen de Luján. Gracias a las exitosas tramitaciones
de licencias de viaje por parte de este matrimonio –a veces gestionadas
por su marido, Diego de Ledesma Valderrama, otras por ella– sus es-
clavas tuvieron oportunidad de seguir viajando, concurrir a las rome-
rías y vivir hasta por cuatro meses en Luján .
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Estos traslados sitúan a las esclavas por fuera de los espacios donde
cotidianamente trabajaban, ya fuese en tareas rurales, en el mercado o
en el estricto ámbito de la casa. Ponerse en marcha para acompañar a
sus amas, si bien suponía una prolongación de sus obligaciones domés-
ticas, abría horizontes no previstos en el propósito del viaje.
Se trata de circulaciones compulsivas que no revisten la aparien-
cia de una experiencia traumática como pueden haber sido la trave-
sía atlántica o los diferentes viajes realizados con fines mercantiles
para la venta, préstamo o alquiler de las esclavas. Estos itinerarios
pueden haber fungido como aprendizaje al tiempo de planificar ellas
una salida desautorizada de la ciudad. No puede descartarse que
esos mismos trayectos con sus amas.os hayan configurado escena-
rios propicios para la huida o escapes circunstanciales (las romerías,
sin duda lo fueron). En el seguimiento de los viajes de este tipo, tam-
bién cabe suponer que la recurrencia de los recorridos pudo ser ca-
pitalizada por las esclavas en un largo plazo. Habiendo realizado una
o varias veces el mismo trayecto, deben haber acopiado algunos sa-
beres muy valiosos al tiempo de planificar o decidir una fuga, tales
como la disponibilidad de medios de transporte, las características
del camino, la existencia de postas o pulperías, el conocimiento de
las personas que habitaban en estos sitios y, por supuesto, el lugar
de destino. No parece desatinado imaginar que en una estancia de
dos a cuatro meses en una pequeña villa rural como era Luján las
esclavas habrían establecido vínculos mínimos con la comunidad de
acogida, inserta en una zona que contaba con una importante pobla-
ción africana y afrodescendientes , siendo «La Virgen de Luján (es
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decir, los administradores y curas del Santuario)» una de las princi-
pales propietarias de esclavos .
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60 Agsf, AC, Tomo X B, ff 316-316v. Agsf, AC, Tomo XII A, XII f 21v y f 22,
61 Según la estimación realizada sobre 300 inventarios de la campaña bonaerense,
para el periodo 1750-1850 la media era de 4,38 esclavos por propietario. Véase J. C.
Garavaglia, Las estancias en la campaña de Buenos Aires. Los medios de producción.
(1752-1850), en R. Fradkin, La historia agraria del Río de la Plata colonial Los estableci-
mientos productivos, CEAL, Buenos Aires, 1993. Ver también estas proyecciones con
base en un repertorio más diverso de fuentes y contemplando otros marcos jurisdiccio-
nales para Luján en P. Fogelman, Población de color en una villa En la frontera bonae-
rense: Luján, 1771-1815, «Signos Históricos», vol. 1, núm. 2, dic., 1999, pp. 9-34.
62 Fogelman, Población, p. 26.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Dicembre 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)