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La colonización francesa de Malvinas en el Atlántico Sur (1764-1767) 633
Nerville jugó un papel fundamental en la preparación de la expedi-
ción no solamente como financista sino también como informante: fue
quien tuvo acceso a los archivos de la Oficina de Colonias donde en-
contró la memoria del abate Paulmier de Gonneville referida a otro
proyecto de establecimiento de una misión cristiana francesa en las
tierras australes y donde se enteró de que el año anterior, Antoine-
Jean-Marie Thévenard había presentado un proyecto similar, aunque
desprovisto de la intención de asentamiento en Malvinas .
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Dom Pernetty, por su parte, convocado por el Rey y por Choiseul,
hizo mucho más que la crónica del viaje o la asistencia espiritual que le
competía por su condición de religioso. Como lo ha señalado Alejandro
Winograd, se ocupó de la conservación del agua, de la selección, prepa-
ración y descripción de especímenes interesantes para los gabinetes
científicos, de la salud de los tripulantes, de «...las relaciones públicas,
la pintura de acuarelas y la participación en reuniones y consejos más
propios de un oficial de Estado Mayor que de un sacerdote» .
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Volviendo a los acadianos: la primera vez que Dom Pernetty se re-
fiere a ellos es para mencionar a dos «...que estuvieron a punto de
sembrar la discordia en nuestra pequeña sociedad.», reforzando tanto
la idea de una pequeña sociedad sobre el barco tanto como la existen-
cia de extraños que podrían alterar su funcionamiento. Frente a un
reproche por no colaborar en una maniobra difícil, uno de ellos plan-
teó a Bougainville que su estatuto era el de pasajero y no el de tripu-
lante. Por nuestro informante sabemos que «...residían en Saint-Ser-
vant y en Saint-Malo desde que los ingleses nos habían quitado la
Acadia» y que habían recibido del rey una suma por cabeza casi equi-
valente a la que percibían las tropas regulares. Bougainville trató de
persuadirlos pero la familia del reclamante pidió volver a Sain-Ser-
vant, por lo que fueron desembarcados a muy pocas horas del punto
de partida . Pernetty menciona también a otras dos familias que via-
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jaron con él en la Aigle, compuestas «la primera, del marido, su mujer,
dos hijos, un varón de tres años y una niña de un año, y de las dos
hermanas de la mujer, una de veinte años y la otra de diecisiete. La
segunda familia estaba formada por el marido, la mujer, un niño de
cuatro años y la hermana de la mujer, de dieciséis años. La mujer
estaba a punto de dar a luz cuando nos fuimos de esas islas para
volver a Francia. » Durante el desembarco en Montevideo, el coman-
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56 M. Sankey, Est ou Ouest : le mythe des terres australes en France aux xviie et xviiie
siècles, in K. Issur et V. Hookoomsing –eds.– L’océan Indien dans les littératures franco-
phones, 2002, https://doi.org/10.3917/kart.issur.2002.01
57 A. Winograd, Estudio preliminar, en Dom Pernetty, Historia de un viaje cit., pp. 22-23.
58 Dp, pp. 63 y 64.
59 Dp, p. 65.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Dicembre 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)