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634 Darío G. Barriera
dante francés pidió permiso al gobernador local para desembarcar
hombres que salaran unos bueyes y «las mujeres que estan á bordo»
afirmando que «sirven de Lavanderas en la Fragata» . Estas mujeres
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no fueron embarcadas en calidad de lavanderas –sino como integran-
tes de las familias que iban a colonizar las Islas– pero no puede des-
cartarse que Bougainville las haya hecho trabajar como tales.
La mayor parte de los acadianos que no quedaron en el Canadá
bajo la administración inglesa fueron repatriados. La expresión es sin
embargo extraña si se tiene en cuenta que fueron llevados a una tierra
para ellos desconocida, Normandía o Bretaña, y se les asignó una pen-
sión temporal cuyo monto era similar al percibido por los inválidos de
la Marina. En el fabulador proyecto de Kergulen (1772) para conquis-
tar y poblar la terra australis al sur del Índico este también había so-
licitado 50 acadianos para fundar la colonia antártica. En la década
de los 1760, fueron varios los marinos-empresarios franceses que tra-
taron de utilizarlos en la instalación de colonias agrícolas en el Caribe,
en Córcega e incluso en el continente. Deportados a Nueva Escocia
durante la guerra de los Siete Años habían adquirido el estatus infor-
mal de «vassaux a desirer» .
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Algo que podemos preguntarnos legítimamente para calibrar esta
empresa es si la tripulación tenía un volumen adecuado para su pro-
pósito final. Antonio de Ulloa –el primer gobernador de Luisiana– des-
embarcó en Nueva Orleans el 5 de marzo de 1766 con 90 soldados y
tres funcionarios . Pero un intento anglo-portugués para proteger la
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colonia de Sacramento en 1763 había reunido 500 hombres, el des-
embarco inglés en Cuba dirigido por Pocock y Albermarle contó con
14 mil y en el sitio de Manila (23 de septiembre a 6 de octubre de 1762)
el almirante británico Sir Samuel Cornish y el General Sir William
Draper llevaron «...una fuerza de choque de menos de 1.000 hombres»
integrada por regulares británicos y cipayos del ejército de la Compa-
ñía de las Indias Orientales . Frente a esto parece poco. Sin embargo,
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frente a las expediciones británicas de Byron (que partió en 1764 y
llegó a comienzos del año siguiente en un viaje que era de circunna-
vegación) y de Mc Bride (1765 con 30 hombres, llegó el año siguiente)
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es mucho más.
60 Bougainville a J.J. de Viana, 29 de diciembre de 1763, en Caillet-Bois, Documen-
tos, p. 39.
61 Ch. Hodson, 'Des vassaux à désirer', p. 112.
62 Montero de Pedro, Españoles en Nueva Orleans y Luisiana, Madrid, 1979, pp. 22-23.
63 J. Darwin, Unfinished Empire, p. 704.
64 La fuerza del asentamiento francés era a simple vista superior, motivo por el cual
Mc Bride cambió de táctica cuando negoció durante su visita a Port Luis el 4 de diciem-
bre de 1766. R. Caillet Bois, Una tierra argentina, pp. 91-93.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVIII - Dicembre 2021
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)