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818 Recensioni e Schede
Shelton le siguieron las de Motteux, hacia España, he aquí el relato ge-
Jervas y Smollet. El historiador tam- neroso del viaje que realizó Richard
bién sostiene que el interés británico Twiss, Esq., F.R.S. por España y
por la obra de Cervantes no se debió Portugal durante los años 1772-
a la interpretación filosófica o polí- 1773» (p. 199). Publicó en el 1775,
tica que podía derivarse del libro, y Travels through Portugal and Spain
por tanto a una especie de hispano- in 1772 and 1773, donde Twiss no
filia, sino a su valor literario y parece sentir ni desprecio ni admi-
lingüístico (p. 167). Según Hilton: «El ración por España. Según el histo-
cervantinismo no era necesaria- riador, Twiss no era realmente un
mente una prueba de ispanofilia. hispanista, aunque no existían
Muy al contrario, los admiradores de como tales en aquella época. Le gu-
don Quijote eran, por lo general, staban los españoles como pueblo
hispanófobos. Conocemos la célebre y escribió sobre ellos con admira-
frase de Rica o, mejor dicho, de Mon- ción y simpatía.
tesquieu en sus Lettres Persanes: 'el Los dos capítulos siguientes tra-
único de sus libros que es bueno y tan de los irlandeses William Bowles
que pone de manifiesto la ridiculez y Sir John Dillon y del británico
de todos los demás'. La situación es, Henry Swinburne, el último viajero
efectivamente, de una complicación importante del siglo XVIII. La obra
casi paradójica. Aquellos que consi- del primero, comparada con la de
deraban El Quijote como una obra otros viajeros, puede parecer breve,
maestra de la literatura universal, la pero su método consistió en viajar
solían percibir como una sátira de la constantemente por España para
nación española, de suerte que el va- completar lo que él consideraba un
lor de la novela venía dado por el me- grave desconocimiento de la historia
nosprecio que transpiraba hacia el natural de la península. El segundo
país que la había producido» (pp. naturalista irlandés, Dillon, intentó
176-177). remediar del mismo modo la pro-
En el siguiente capítulo, como ya funda injusticia que había sufrido y
se ha mencionado, Hilton se interesa sufría España, a menudo a manos
por la disputa entre los dos hispani- de los propios españoles que replica-
stas Baretti y Bowle, cuyo español, ban las tendencias extranjeras. Por
según él, no conocían perfecta- último, Hilton analiza dos volú-
mente. El italiano se expresaba de menes de los viajes de Henry Swuin-
forma más positiva hacia España burne por España y el sur de Italia:
que el inglés Bowle, pero esto, señala Travels through Spain, in the years
el autor, no disminuyó las sospechas 1775 and 1776, e il secondo Travels
de muchos españoles hacia la hispa- in the Two Sicilies, in the Years 1777,
nofilia de Baretti. 1778, 1779, and 1780.
El octavo capítulo trata de lo El libro se cierra con un capítulo
que Hilton afirma ser un hispanó- de conclusiones y una nota biblio-
filo: «Por fin, entre tantos libros que gráfica de los personajes que ha tra-
exudan un desprecio profundo tado en cada capítulo. En las con-
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XIX - Dicembre 2022
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)