Page 159 - Mediterranea-ricerche storiche, n. 48, aprile 2020flip
P. 159
Manufacturas, caridad y salario en la red asistencial madrileña del Setecientos 159
La mano de obra de las manufacturas del Hospicio no se limitó
únicamente al trabajo forzado de los pobres recogidos. Como ya avan-
zamos anteriormente, el empleo de fuerza de trabajo externa fue algo
habitual, aunque se llevó a cabo bajo un tipo de relación laboral dife-
rente. Los registros de 1774 evidencian la ocupación de 118 hilande-
ras ajenas a la institución para el suministro regular de hilo de las
fábricas de paños y medias. La mayoría desarrollaba su labor en los
barrios cercanos, si bien encontramos a 25 de ellas ocupadas en una
escuela de Lavapiés, a las órdenes de una maestra que hacía las veces
de intermediaria con la institución. Aunque la subcontratación estaba
dominada por el trabajo femenino de las hilanderas, también se recu-
rrió a trabajadores varones como cardadores y peinadores. En total
hallamos 863 empleados externos durante las décadas de 1770 y
1780, siendo recurrente su presencia en las nóminas de la institu-
ción . La dependencia de las hilanderas se mantiene durante las dé-
49
cadas de 1790 y 1800, periodo en el que abundan ejemplos como el
de María Bórquez, quien a comienzos de 1790 hila estambre junto a
56 compañeras en alguno de los barrios industriosos de la capital, a
razón de 4 reales por libra . Los pagos a las trabajadoras externas se
50
ajustan a los precios habituales del mercado madrileño, al no enmar-
carse en el sistema de adehalas propio del trabajo forzado .
51
A pesar del recurso al trabajo externo, fueron los pobres confinados
el principal objeto de una agenda reformista que perseguía un doble
objetivo: brindar capacitación laboral a los pobres e inculcar en ellos
una nueva ética del trabajo, del tiempo y la disciplina promovidos por
las clases dominantes. Control moral y laboral se convierten así en
dos caras de una misma moneda, y elementos centrales en las insti-
tuciones asistenciales del Madrid dieciochesco. En este programa
cumple un papel fundamental la Iglesia, pues como señala Anzano:
«La alma de estas casas […] es la práctica de la Religión, así de parte
de ellas para con sus individuos en la caridad, pasto espiritual, y celo
49 Solo disponemos de datos para 9 años, que ofrecen una media algo superior al
centenar de hilanderas empleadas al año. Estado de la familia cit., Bne, 2/6265 (1774)
y VE/356/20 (1775); Ams, Conde del Águila, Sección XI, Tomo 31, nº 3 (1777); Ac, 32/2
bis (1778); Rb, I/K/482 (1784), I/E/26 (1785), I/G/162 y I/I/650 (1786), PAS/3057
(1787), I/I/651 y I/G/163 (1788). Un ejemplo de las nóminas, en Arcm, Diputación Pro-
vincial de Madrid, leg. 5.135/006, f. 2.
50 Arcm, Diputación Provincial de Madrid, leg. 5.138/009, f. 60.
51 En este periodo, una hilandera madrileña ganaba en torno a 4,5 reales por libra
de hilo de lana, mientras que las hilanderas del entorno rural recibían 1,5: E. Larruga,
Memorias políticas y económicas sobre los frutos, comercio, fábricas y minas de España,
vol. II, Imprenta de Antonio Espinosa, Madrid, 1787, p. 276.
Mediterranea - ricerche storiche - Anno XVII - Aprile 2020
ISSN 1824-3010 (stampa) ISSN 1828-230X (online)